Contra el frío una sonrisa. Y cuanto más frío en Finlandia donde Martí Vigo compite este miércoles en el Campeonato del Mundo Sub 23, una sonrisa más grande. El de Sesué (Valle de Benasque) ultima ya su preparación en el país nórdico donde buscará el mejor puesto posible en los 15 kilómetros estilo patinador sobre el duro trazado de Lahti. El termómetro le ha recibido como corresponde al invierno en un país septentrional. Esta mañana ha entrenado con el mercurio en los -19º, por la tarde el desplome se ha ido a -21. Fresquito para un élite acostumbrado a las montañas de su querido Valle de Benasque y de prepararse en el Espacio Nórdico de Llanos del Hospital, aunque desde luego los últimos días han sido bastante más benignos en el Alto Aragón que en Finlandia.
Martí Vigo califica el circuito de Lahti como “duro y bonito, casi al nivel del mar, a menos de 100 metros de altura. Es –insiste- uno de los más duros que hay de Copa del Mundo. Aquí se celebró el Mundial absoluto hace dos años por lo que se trata de un buen circuito”. Las bajas temperaturas, sin duda, es un problema añadido al recorrido. “Notas mucho el frío en las manos, en los pies, al respirar… pero bueno, se puede aguantar”, señala.
La bajada de las temperaturas es también importante a nivel organizativo ya que por debajo de los 21 grados negativos no se compite. Eso sí se abre una ventana de mejor tiempo que repercutirá en una subida del mercurio por lo que no habrá problema alguno para que se celebre el Mundial. “Igual sube a -17 o -18 lo que es algo de más calor (se ríe Vigo) y se podrá competir”, explica.
El de Sesué competirá en la modalidad de 15 kilómetros patinador y en un lugar idílico para el esquí de fondo, con numerosas pistas que permiten un amplio abanico de posibilidades para elegir el terreno en el que entrenar. Es un sitio precioso y más con la abundancia de nieve que tiene en estos momentos.
El altoaragonés tuvo una pretemporada difícil a causa de un virus, que le obligó a retrasar su preparación pero aún así consiguió un billete para participar en el Mundial y en el que, posblemente, si consigue un buen puesto lo celebre haciendo el pino, una de sus ‘manías’.