El entrenador del Casademont Zaragoza, Martin Schiller, ha señalado que su rival en el debut liguero de la ACB, el Monbus Obradoiro, es un equipo que ha sido capaz de cambiar su estilo de juego.
“El entrenador y el equipo han sido capaces de cambiar. Durante años se ha definido por un juego de tiradores. Ese juego de salidas, de indirectos y ahora está focalizado principalmente en un juego de bloqueo y continuación que ahora dominan. Es una evolución muy interesante”, ha añadido en rueda de prensa.
El técnico austriaco ha analizado también que el conjunto gallego ha propuesto diferentes cosas en la defensa del bloqueo y continuación. Eso le supone “un reto muy interesante”.
El rival, Moncho
A este respecto ha elogiado la figura del técnico del equipo de Santiago de Compostela, Moncho Fernández, del que ha dicho que ha seguido su trayectoria y también la de su equipos estos últimos años.
“Es un entrenador al que le tengo mucho respeto y más teniendo en cuenta los tiempos que corren ya que si un técnico está más de una década en un mismo club es increíble. Así que tengo muchas ganas de competir contra su equipo”, ha asegurado.
El preparador del conjunto ‘rojillo’ ha señalado que tiene “mucho respeto” al Monbus Obradoiro del que ha analizado que esta temporada tiene mejores nombres y jugadores de calibre de Euroliga como Leo Westermann o Dragan Bender. “Tienen mejores jugadores pero también destaca la continuidad de algunos hombres clave del año pasado como los hermanos Scrubb. Eso cuesta dinero y requiere el esfuerzo que han hecho”, ha valorado.
Voluntad de trabajo
Sobre el Casademont Zaragoza ha explicado que le gustan “muchas cosas” y que no es fácil destacar ninguna en concreto. Ha querido resaltar “la capacidad que tienen los jugadores para entrenar duro día a día”.
“Es un equipo con mucho deseo y mucha voluntad para trabajar todos los días. Eso está relacionado con el tipo de personalidad y los caracteres que se han incorporado durante el verano. También está relacionado íntimamente con la juventud del grupo y con las ganas que tienen de crecer y de trabajar”, ha apuntado.
Por contra, reconoce su inexperiencia en ACB y también la de algunos jugadores aunque no le preocupa. Lo que supone, a su juicio, es un desafío en la “gestión emocional” durante la temporada, aunque ve al equipo “con muchas ganas y muy ilusionado de cara al inicio”. “Creo que va a ser uno de los aspectos a trabajar pero tengo muchas ganas de enfrentarme a este reto”, ha declarado.