Sigue la aventura rumbo a Tavascán tras pasar una buena noche en Fiscal. Una buena noche porque la actividad del día fue intensa. Y cuando se acumulan las jornadas, las piernas pesan más. Como la cabeza. En aventuras así, ‘cabalgar’ sobre esquís y gravel y, en ocasiones, con la bici a la espalda mientras el desnivel pica hacia arriba, la cabeza manda. Quizá es lo más importante. Ya han ‘quemado’ una de las etapas más potentes, la que más les inquietaba: la travesía de Astún a Portalet por la cresta de Canal Roya y el temido Midi. “Estuvimos preocupados porque se anunciaba el día más frío del invierno. Sí que hizo frio, pero sin demasiado viento con lo que pudimos atravesar la espectacular cresta en un ambiente mágico”. La etapa concluyó en el albergue albergue de Piedrafita para cerrar el cuarto día.
Y el quinto día fue otra jornada dura y espectacular. “La paliza para llegar a Fiscal fue importante, tras esquiar una de las últimas canales de Telera”, desliza Mikael Othax. “25 kilómetros y 1.650 metros de desnivel ha sido una curtida guapa, con unas vistas preciosas. La verdad es que lo hemos pasado muy bien”, explica Othax que, en compañía de Marcos López y Romain Vives son protagonistas de esta aventura.
Los tres llegaron al Refugio de Telera que los recibieron con los brazos abiertos… y un buen bocadillo. Allí cogieron las gravel y por Biescas y el puerto dirección a Boltaña llegaron a Fiscal. 53 kilómetros de bici con 600 de desnivel. Hoy estaban en plena faena entre Fiscal y Bielsa.