La iniciativa ciudadana para que Sabiñánigo recupere su rocódromo consigue más de 1.500 firmas. Se trata de un proyecto aparcado desde 1995. El Ayuntamiento asegura que habrá fondos en 2019.
María Machetti Honduvilla y Jaime Oliván Bordetas firman un comunicado en el que recalcan la necesidad de que el Ayuntamiento de Sabiñánigo retome el proyecto aparcado en 1995 tras la remodelación del polideportivo. Entonces, el equipamiento, las presas y los paneles se trasladaron a unas naves con el compromiso de que todo volvería a su lugar. Trece años después, las cosas siguen igual. La situación es más sonrojante si se toma como referencia que Sabiñánigo, con 10.000 habitantes y 52 núcleos habitados ubicados en la Puerta del Pirineo, se caracteriza por ser una población volcada con en el deporte, “su Ayuntamiento fue pionero a nivel provincial y autonómico con la construcción de un pequeño rocódromo en el polideportivo de la Plaza de la Constitución que en su día cubría las necesidades de los habitantes y escaladores de la zona”, indican en la nota de prensa.
Mediante una Campaña de Participación Ciudadana cuyo objetivo entre otras cosas era buscar posibles usos a las entidades sociales y a la demanda ciudadana para las instalaciones de Pirenarium, la construcción de un rocódromo fue una de las infraestructuras más demandadas, no solo por escaladores o colectivos de montaña de la zona, sino por familias y centros docentes que quieren incluir la escalada en su proyecto curricular, como deporte de transmisión de valores de superación, sociales, culturales y medioambientales.
De hecho, “el partido que gobierna en Sabiñánigo de manera mayoritaria ha incluido en su programa electoral la construcción del ansiado rocódromo en las instalaciones de Pirenarium en sus dos últimas legislaturas sin materializarse”, afirman María Machetti Honduvilla y Jaime Oliván Bordetas en la nota de prensa. “Mientras tanto y desde 1995 los centros educativos de la zona no disponen de instalaciones para la ejecución de su labor educativa, los escaladores tienen que invertir tiempo y dinero personal para adecuar las zonas de escalada como Rapúnn, puente de Fanlo… para practicar el deporte o entrenar, o desplazarse a otras poblaciones”, añaden.
Con motivo de tanta demora surge esta campaña ciudadana de colectivos de escaladores, asociaciones de montaña, profesorado y ciudadanía que solicita el comienzo de la construcción del rocódromo como centro de educación y ocio por una comunidad interesada en la escalada y en su capacidad educativa y terapéutica, fomentando la colaboración, la igualdad y el respeto por el entorno. Para ello, en un breve espacio de tiempo y con pocos puntos de recogida, se han recogido más de 1.500 firmas entregadas al Ayuntamiento, se están convocando a los medios de comunicación y creando campañas a través de las redes sociales para empujar y que se ejecute el proyecto que se demora desde 1995.
Por su lado, el presidente del Consejo Sectorial de Deportes, Jorge Acín Campo, quien con buena voluntad se reunió con el colectivo demandante el pasado 26 de febrero, informó de que la idea del Ayuntamiento es construir el rocódromo pero para ello hay que adecentar los locales y colocar un ascensor obligatorio. En este año han comenzado y prosiguen algunas de las obras que habían sido adjudicadas en 2017, pero que han contado con retrasos por la retirada de las empresas adjudicatarias o la falta de la documentación exigida en las convocatorias. Iniciados los trabajos del ascensor de acceso de la calle Serrablo a la Coli Escalona por la calle Ordesa, se une ahora el colocar el ascensor en la Casa de la Cultura de Puente Sardas y en el edificio de Pirenarium, que se ha originado un retraso por la retirada de la empresa adjudicataria. La idea es presupuestar el rocódromo en 2019.