ZARAGOZA | Casademont Zaragoza se ha impuesto con una sorprendente facilidad en el Pazo dos Deportes de Lugo al Breogán por 71-87, en un partido que controló desde el primer momento. Pese a algún atisbo de reacción gallega, los hombres de Fisac se mostraron consistentes en su trabajo y no permitieron que los locales se lo creyeran. 18 puntos para Jovic, 14 para Mekowulu y 12 para Jessup. El equipo no ha echado de menos a Aday Mara, de baja por motivos académicos.
Casademont Zaragoza saltaba a pista con Jovic, Wright, Jessup, Iván Cruz y Mekowulu. Primer cuarto de mucha anotación rojilla y con un jugador súper destacado por encima del resto: Stefan Jovic. El serbio fue el autor de 16 puntos sin fallo, con 5/5 en tiros de 2 y 2/2 en triples, una excelente tarjeta que les permitió a los hombres de Fisac disponer de hasta dos ventajas de diez puntos (16-26 y 18-28). El conjunto gallego se mantenía con el acierto exterior de Nakic y Lukovic. La táctica de Fisac, de inicio con dos bases, siempre fue por delante de Mrsic.
Los sistemas defensivos del equipo de Mrsic cambiaron y ya no hubo tanta fluidez ofensiva en el segundo cuarto. Algo esperable también, porque los 28 puntos por cuartos eran una barbaridad. Lukovic con un 2+1 puso a los suyos a cuatro puntos (25-29), pero la reacción de Wright y Jessup fue inmediata (25-34). Otro triple de Wright dio una renta de 12 puntos (37-49), no obstante, la canasta final de Lukovic puso el 39-49 para marcharse al descanso.
La reacción de Borisa Simanic
El buen inicio de la segunda parte de Happ y Bamforth -con cinco puntos consecutivos- empezaron haciendo creer a la afición local (46-51). Casademont Zaragoza no se dejó amedrentar, y quien respondió fue uno de los tapados, Borisa Simanic, con dos triples consecutivos (46-57).
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Los rojillos se sentían muy cómodos, ante un Breogán noqueado, que veía cómo en Casademont aparecían jugadores ‘con los que no contaban’. Sant-Roos y Hlinason sacaban rédito de sus virtudes y la ventaja alcanzaba los 18 puntos (51-69). Incluso Ponitka acertaba desde el perímetro, pero la canasta final de Momirov ponía el 60-73 a falta de 10 minutos.
Si quedaba algún atisbo de que Breogán pudiera ganar, quedó rápidamente difuminado en el inicio del último cuarto. Un parcial de 0-4 de salida, con sendas canastas de Ponitka y Hlinason– provocaron el tiempo muerto de Mrsic. El pívot islandés también convertía el adicional (60-78). La anotación, en líneas generales, estaba siendo muy baja en el último cuarto y el partido bajó en enteros de competitividad. Concluyó con 71-87.