Corría la temporada 2016/2017 en LEB Oro, mes de octubre, y el entonces Magia Huesca cortaba a un jugador para traer a otro. Jackson Capel dejaba la disciplina oscense, tras no rendir como se esperaba para dar paso al también norteamericano Matt Carlino. Vaya si rindió el jugador con pasaporte italiano, tanto que solamente estuvo 5 partidos en el equipo peñista. Su buen juego llamó la atención del baloncesto italiano, y el Vanoli Cremona lo llamó a sus filas. Una oportunidad irrechazable, tanto económicamente, como visualmente, saltando a participar en la LEGA de Italia, primera categoría del baloncesto transalpino.
El entonces jugador peñista, pronto funcionó a las mil maravillas. En 5 partidos jugó unas medias de más de 26 minutos a las órdenes de Sergio Jiménez, para firmar 14,2 puntos (46% tiros 2 puntos, 32% tiros 3 puntos, 75% tiros libres), 4 rebotes, 1,8 asistencias y 1,2 robos. Una vez se produjo la salida, fue Greg Gantt quien sería su reemplazo, jugador que permaneció hasta final de temporada y que todavía permanece en LEB Oro en las filas de Carramimbre Valladolid, a donde fue tras su paso por Huesca.
Matt Carlino antes de llegar a CB Peñas Huesca había pasado por Bouzalac Basket Dordogne (ProB Francia) y Rio Grande Valley Vipers (liga desarrollo EEUU) después de su etapa universitaria en Brigham Young y Marquette, ambos de NCAA. Tras su paso por el equipo oscense y firmar por el Vanoli Cremona (LEGA Italia), acabó al siguiente curso en los Roseto Sharks (Legadue Gold Italia), para terminar este último año en el Chorale Roanne Basket (ProB Francia) donde ha acabado con unos números similares a los de su paso por Huesca.
Cambia la pista por los banquillos
Sin duda se pierde un gran jugador de baloncesto, al que muchos hubieran querido ver en este Levitec Huesca. A sus 27 años no se aparta del deporte de la canasta, tomando la decisión de volver a Estados Unidos, para unirse a los banquillos de la universidad de Texas Christian University (TCU) en Forth Worth, enrolada en la Big 12 de la NCAA.
No es el primer jugador que deja de jugar como profesional a baloncesto a temprana edad para convertirse en entrenador. Y es que la diferencia de salarios, además de comodidad para los estadounidenses entre un banquillo universitario en Estados Unidos con respecto a seguir jugando al baloncesto profesional en Europa en ligas secundarias es evidente, siendo una decisión cada vez más habitual desgraciadamente.