El Cartagena – SD Huesca tiene más alicientes que el de un partido más. Son dos escuadras potentes. El Cartagena carecerá de historia, pero ha logrado una plantilla de lujo. Y cuando alguien la repasa ve muchas caras conocidas, mucho fútbol de quilates que explican su dulce situación en la tabla; a un punto del ‘play off’. Volver a jugar contra los Okazaki, Gastón Silva, el eterno ‘juvenil’ Rubén Castro implican cierto cariño en el aficionado oscense.
El partido de este sábado, eso sí, viene marcado por las ausencias. La Covid-19 causa estragos y al Huesca pasa factura. Es cierto que no hay notificación que sea la causa directa de la falta de jugadores en el entrenamiento de hoy de los de Xisco, pero todo apunta a que lo es. Y la nómina es amplia. De hecho, conformar la convocatoria no va a presentar dificultad alguna porque están los que están. Así las cosas, con Xisco también fuera del entreno por lo que ha tenido que ser su segundo quien diera las órdenes, las bajas son importantes.
La que era evidente es la de Nwakali, seleccionado por Nigeria para la Copa de África. Y a partir de allí, en defensa no ha entrenado el ‘jefe’ Pulido; el centro del campo ha tenido las ausencias de Mosquera y Mikel Rico, el extremo Lago Junior no ha saltado al césped como tampoco Escriche y Gaich. Demasiadas ausencias para conformar un partido competitivo y tanta exigencia para la SD Huesca.