ZARAGOZA | Julio Velázquez ha iniciado su etapa en el Real Zaragoza con un duro calendario que ha logrado solventar. Perdió en Albacete nada más llegar pero sumó tres puntos ante el Leganés en La Romareda y sacó un punto fuera de casa frente al Espanyol. El tiempo ha demostrado que la actuación en el Carlos Belmonte no reflejaba lo que quería el nuevo entrenador del Real Zaragoza, cosa que sí se ha visto ante rivales aspirantes al ascenso. Este domingo el equipo deberá responder donde más le cuesta al equipo.
Al Real Zaragoza le cuesta más vencer contra rivales de índole menor. Se ha demostrado tanto esta temporada como en estos once años. Dos de los tres partidos que se han jugado contra los rivales recién ascendidos han acabado en derrota. Sobre todo, al Real Zaragoza le cuestan los equipos más conservadores. Los que se encierran atrás y suelen encontrar el error de los maños. Equipos como Mirandés, Alcorcón, anteriormente Lugo, y el domingo Amorebieta. El partido frente al Racing de Ferrol es diferente a cualquier otro, pero esta temporada se tienen los precedentes de Alcorcón y Mirandés, que lograron la victoria con muy poco. Los de Madrid aprovechando los errores de Poussin y los de Castilla y León con un gol en propia y sin tirar a puerta.
Al Real Zaragoza siempre sufre cuando el rival tiene el propósito de perder tiempo y que cuantas menos cosas se hagan, mejor. El año pasado tan sólo consiguió 9 puntos de los 24 posibles ante los equipos que descendieron a 1RFEF. Más sangrante el caso de Lugo e Ibiza, equipos a la deriva la anterior campaña de los que solo se sacaron 4 puntos a favor.
Aunque los últimos dos partidos se hayan logrado puntos contra rivales más propositivos, el Espanyol jugó tuvo que jugar con precaución durante más de media hora por la expulsión de Calero. El Real Zaragoza jugaba con un jugador más, pero en el gol de Manu Vallejo hasta 7 jugadores de campo estaban en su propia área. Y aunque los del equipo catalán salían rápido al contragolpe, esa imagen defensiva se vio en más ocasiones. Lo que se saca en valor de esa situación es que el Real Zaragoza consiguió hacer daño cuando su rival estaba metido hacia atrás. Algo que siempre le ha costado y en ningún momento había logrado con Fran Escribá esta temporada.
La situación frente al Espanyol fue especial y el domingo le tocará demostrar a Julio Velázquez si su equipo es capaz de golpear a equipos que defienden con los once jugadores y que se aferran como mínimo al empate con uñas y dientes.