Con el objetivo de ofrecer un mejor servicio a los montañeros que a diario utilizan el refugio Cap de Llauset, enclavado en el Parque Natural Posets – Maladeta, la Diputación Provincial de Huesca y la Federación Aragonesa de Montañismo han financiado las obras de reforma del sistema de depuración de aguas en esta infraestructura, ubicada a 2.425 metros de altitud.
“Nuestros refugios tienen que seguir siendo referentes a nivel nacional tanto en calidad como en gestión. Deben ofrecer no solo un mínimo de servicios, sino que sus infraestructuras deben estar en el mejor estado posible”. Son palabras del presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, en su visita al refugio, ubicado en el término municipal de Montanuy. Llauset, ha añadido, “es, desde que comenzaron los trabajos para su construcción, ejemplo de sostenibilidad y respeto al medio ambiente. También ha destacado la colaboración entre instituciones, que permite la puesta en marcha de estas iniciativas, grandes infraestructuras que son a su vez respetuosas con el entorno”.
“Destacar la labor que realizan sus guardas, comprometidos con su cuidado y defensores de un desarrollo sostenible de la montaña”, ha añadido Miguel Gracia, ya que son “los principales artífices del reconocimiento y prestigio que tienen tanto de este refugio como los del resto del territorio”.
El proyecto, que ha supuesto 70.267 euros de inversión (financiado al 80% por la DPH y el 20% restante por la FAM), va resolver un problema en la depuración de aguas residuales que comenzó cuando el refugio alcanzó su máximo nivel de ocupación. Debido a la poca capacidad filtrante del terreno, no se absorbía debidamente el vertido del refugio. La solución ha sido reconducir este vertido hasta el cauce del barranco que discurre por el fondo del valle, siendo imprescindible además que el proceso de depuración fuera más eficiente. Para ello, se ha instalado un humedal con un filtrante a base de fibra de coco en la salida de la fosa séptica, que ha tenido que ser modificada. Finalmente, se ha renovando y prolongado la conducción unos 100 metros.
Estas actuaciones se enmarcan dentro del IV Plan de Refugios de Montaña. Desde 1991, cuando se suscribió el primero de estos planes, la institución colabora con la FAM en el mantenimiento de la red de refugios en la provincia. Este año además de las mejoras en la depuración de aguas en Llauset, se ha iniciado la redacción del proyecto de reforma del refugio de Estós además de realizarse trabajos preliminares; también se dará continuidad a la reforma y ampliación de Góriz, que incluye la instalación de taquillas en el vestíbulo, así como la adaptación de un espacio en el Ángel Orús como cuarto para pastores.
Los refugios del Alto Aragón son “motor económico y de generación de empleo en zonas de montaña”, ha señalado Miguel Gracia, para quien “el impulso y prestigio que han logrado en los últimos años debe ir de la mano de la puesta en valor del espacio natural que los rodea, las montañas, que lejos de la visión de territorio inhóspito o de frontera, son hogar y hábitat de trabajo para senderistas y montañeros de muy distintas procedencias”.
Refugio Cap de Llauset
Inaugurado parcialmente el 5 de julio de 2016, fueron necesarios 4 años de trabajos y una inversión de 1’6 millones de euros para la puesta en marcha del Refugio Cap de Llauset. Obras que fueron financiadas por la Diputación Provincial de Huesca, el Ayuntamiento de Montanuy y la Federación Aragonesa de Montañismo. Inicialmente abrió sus puertas con capacidad para 32 personas.
En la segunda fase, finalizada en 2018 y que permitió la apertura total del refugio en 2019, se construyó un nuevo edificio que permitió ampliar este número hasta las 86 plazas actuales, el presupuesto en este caso rozó el millón de euros.
La eficiencia energética fue uno de los objetivos que se persiguieron en el diseño innovador de este refugio, que se construyó con una arquitectura sostenible y eficiente para una ubicación en alta montaña como la del refugio Cap de Llauset.