El partido del Huesca frente al Girona estuvo marcado por dos acciones puntuales que se resolvieron de la misma manera. El VAR fue el protagonista de un partido en el que los azulgranas pudieron llevarse la victoria después de dos grandes ocasiones de ‘Chimy’. En la primera parte, el colegiado Cordero Vega señalaría una falta al borde del área pero el VAR decretó que había ocurrido dentro del área de Jovanovic.
Ya en el segundo tiempo, algo parecido sucedió, pero esta vez sería el Huesca quien tendría la oportunidad desde los once metros. Bernardo cometió falta sobre Moi y el VAR volvería a señalar la pena máxima. Como fue siendo habitual el curso pasado, Melero fue el encargado de transformar el penalti para entrar en la historia del club azulgrana. El capitán hacía el primer gol en El Alcoraz en la Liga Santander después de batir a Bono. Con ello, El Alcoraz ponía fin a una sequía de 252 minutos sin ver a su equipo hacer gol en Primera División.
Después de varios cambios en el once inicial, el domingo Melero se vio más arropado y libre en el centro del campo gracias a las ayudas de Aguilera. Una pieza que ya fue clave en la segunda mitad frente al Atlético de Madrid y que frente al Girona empezó de la partida. A ello se le sumó la presencia de Musto, quien ayudó al capitán a proyectarse en campo contrario. El propio Melero reconoció tras el partido que se sintió “más cómodo y más libre” para irse al ataque. Así, se vio a un jugador que se asemejó a lo que fue el curso pasado, un futbolista cuya virtud es llegar con potencia al área rival.
El partido dominical convirtió a Melero en el único jugador azulgrana que ha disputado todos los minutos y por ahora parece tener un hueco fijo en el once tipo de Leo Franco. Hasta la fecha, 7 partidos completos le avalan, 630 minutos a sus espaldas. Además de ello, el centrocampista madrileño es el que más recuperaciones realiza del equipo (36), seguido de Miramón (34), y el que más pases completa (291).