Gonzalo Melero fue el elegido por Anquela para acompañar a Bambock en el doble pivote y cubrir la plaga de bajas que arrastra el Huesca en esa posición. La prueba no salió nada bien.
Se podría decir que el mediocentro procedente de la Ponferradina no guardará en vídeo el último partido frente al Mallorca, y es que no consiguió realizar esa faceta que exige el Huesca, la de creador del juego, ese matiz que Juanjo Camacho cubrió con galones el partido pasado y que en este el técnico jienense escogió a Melero para que se reivindicara y mostrara todo el potencial que tiene en sus botas.
No fue como se esperaba y es que Melero tenía que ser, a la vez que el mediocentro creador que necesitaba el conjunto oscense, el hombre que ayudara a Bambock a cortar todas las jugadas de peligro, pero ni en esas: estaba desubicado y contagió al franco-camerunés que, aunque intentaba frenar todas las embestidas de los bermellones, acabó igual de desorientado que el madrileño.
Le faltaron ganas, actitud, y en general le faltó de todo. Es lógico que la caraja fuera general en los primeros compases de partido, pero cuando Samu intentó volver a echarse al equipo a las espaldas solo recibió un poco de ayuda de los hombres de tres cuartos de campo; Melero estaba desaparecido del mediocampo hacia arriba, no encontraba su hueco ni el papel que tenía que desempeñar.
A falta de 10 minutos y sin apenas tiempo de reacción, con el marcador en contra por tres veces, el madrileño quiso arrancar ya que el equipo, completamente con el esquema roto, se desbarajustó y quizás pudo dar cierta libertad a un Melero que podría ser lo que estaba buscando, porque en aquellos últimos minutos empezó a pelear los ‘cuerpo a cuerpo’ y a distribuir el ofuscado juego de un Huesca que ya no estaba centrado en mantener el bloque y donde cada uno iba por su lado. Aunque de todos es bien sabido que el trabajo que faltó en todo el partido “no lo quieras arreglar” en los últimos minutos.
El míster azulgrana sabía que, el de este fin de semana, sería un partido difícil con tantas bajas en una misma posición y Gonzalo tuvo la oportunidad de mostrar lo que vino atesorando en el club de Ponferrada: empeño, trabajo, sacrificio y juego,… Pero no se encontró en ningún momento del partido, y jugar sin mediocentro creador es, sin duda alguna, una tarea que va a tener que trabajar el Huesca de cara a los próximos encuentros a expensas de la recuperación de las bajas que acarrea el conjunto azulgrana.
En el mercado de invierno lo siento ,pero habría que darle puerta,no es jugador para esta categoría,lento,no sabe mantener la posición,y encima es blando como la mantequilla,otro regalo de Peton,en fin ni para el Almudevar sirve.
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