El capitán del Huesca estaba feliz tras la victoria conseguida en Tarragona y que pone el broche a un 2017 espectacular en lo general y en lo particular.
“Estamos muy contentos obviamente por el resultado, por acabar el año así fuera de casa. Hemos puesto el broche a un año inolvidable para el club y para mí“. El entrecomillado, propiedad de Gonzalo Melero, es el resumen al estado anímico del Huesca. Los tres puntos conseguidos en Tarragona tienen mucho valor. El equipo de Rubi quería refrendar con una victoria su trabajo en casa y conseguirla supone cimentar aún más su primer puesto en la clasificación.
Ahora toca descansar una semana para volver “con las pilas cargadas porque nos queda más bonito”, incidió el capitán del Huesca. Los pinchazos de Lugo y Cádiz permiten abrir distancias, aunque Melero se alejó de cualquier valoración directa. Optó por poner el acento en lo que hace el Huesca, por su trabajo: “Hay equipos con mucho potencial y nosotros nos tenemos que centrar en nosotros y aislarnos del resto”.
“Lo que tenemos que hacer es que las cosas salgan como hoy”, señaló Melero, quien agradeció el desplazamiento de los aficionados: “A mí me emociona ver a tanta gente en un partido que juegas de visitante, no es lo habitual. Estoy muy contento porque lo han disfrutado como nosotros. Juntos somos más fuertes”.
La amarilla que vio al cortar un ataque del Nàstic la vio lógica y como penalización se quedará fuera del partido contra el Oviedo. No hay mayor problema. El capitán se muestra seguro de que quien salga en su lugar lo hará igual de bien. Y estando en estas fechas hubo que preguntar por el próximo año y fue claro: “¿Qué le pido a 2018? Mejorar el 2017”.