Gonzalo Melero atendía a los medios en zona mixta tras el partido contra el Girona y reconocía que “quedan muchísimos puntos, no nos tenemos que poner nerviosos. El vestuario tiene que estar tranquilo“. Ese era el mensaje del capitán tras el empate a uno ante el Girona, que había supuesto el primer gol azulgrana en su estadio esta temporada. Pese a lo histórico que ello suponía, el mediocampista reconocía que lo único que se le pasaba por la cabeza tras transformar el penalti era “intentar meter el segundo“.
Ambos goles venían marcados por la intervención del VAR y el capitán todavía en caliente afirmaba que “imagino que esas decisiones estarán bien arbitradas y, si no, hay que hacérselas mirar“, aunque le quitaba hierro al asunto y admitía que lo que debe hacer el equipo es “estar más acertados, que es lo que depende de nosotros, y no fijarse en esas jugadas”.
Para el madrileño, el equipo había competido bien, aunque reconocía la diferencia entre ambas partes. Para el capitán la diferencia estuvo en que “las primeras partes hay que trabajarlas“, ya que “los equipos están más frescos”. Por eso, a su juicio, el equipo había merecido algo más. “La primera parte, disputada; y la segunda, el equipo volcado y también con un resultado más negativo. Pero aun así, las más claras las hemos tenido nosotros y no hemos podido marcarlas“, reconocía.
Pese a esta falta de fortuna, Melero se mostraba satisfecho ya que a su juicio “el equipo está compacto. No hemos sufrido ocasiones más allá del gol y alguna contra al final. El equipo ha defendido bien y yo me he sentido más cómodo, más libre para ir al ataque. Lo jodido sería que no creáramos ninguna ocasión“.
Para finalizar mostraba toda la confianza en la plantilla y en la capacidad de sobreponerse a las adversidades. “No tengo ninguna duda. Sobre todo, aquí en casa y a excepción de Atlético y Barça, el equipo no ha sido inferior a ninguno. Hay que estar más prácticos y acertados. El equipo tiene muchas cosas para competir“, concluía.