HUESCA | El Huesca recibió propuestas de traspasos por buena parte de la plantilla durante el pasado mercado invernal. Soko fue el más deseado (se ofreció más de un millón de euros), pero desde El Alcoraz el mensaje fue: “No se vende a nadie…”. El teléfono del Camino Cocorón no dejó de sonar por unos y otros futbolistas, pero la nueva propiedad quiso poner en valor sus jugadores y sobre todo a sus cláusulas de rescisión. La situación económica no ha ayudado, ya que los azulgranas han seguido encontrando problemas durante los últimos meses, pero esas urgencias no han llevado a vender activos.
El club tiene presupuestado un déficit de cuatro millones en esta temporadas y se recibieron ofertas por jugadores que hubieran ayudado a sofocar las cuentas azulgranas. Si se hubieran aceptado las ofertas por todos los futbolistas, e incluso el entrenador, se habrían rondado los tres millones de euros. Sin embargo, la postura del club ha sido la de crecer durante esta temporada y ver de qué son capaces los hombres de Hidalgo. Los azulgranas eran y son uno de los equipos de moda y muchos equipos han intentado pescar en el equipo oscense sin éxito.
Los jugadores del Huesca durante el mercado invernal
Las propuestas para los futbolistas superaban los emolumentos que van a recibir en el Huesca, pero todos los jugadores han entendido la situación. El compromiso del vestuario es total y en la entidad están muy agradecidos al esfuerzo que han tenido que realizar. Soko, Sielva, Loureiro han sido algunos de los más solicitados y es que la temporada de los altoaragoneses no está pasando desapercibida. Mientras tanto, en el club han querido demostrar que la política interna ha cambiado y que el nuevo Huesca se quiere hacer respetar. En cuanto a fichajes, el presupuesto fue ajustado y por ese motivo solo se pudo fichar a Moi Delgado. Un mercado en el que el objetivo fue claro: No se podía perder potencial.