ZARAGOZA | Casademont Zaragoza vuelve a contar con Merritt Hempe, una vieja conocida que regresa a casa para reforzar un juego interior castigado por las lesiones. Tras proclamarse campeona de la liga griega con el Olympiacos, la pívot norteamericana con pasaporte macedonio aterriza de nuevo en la capital aragonesa como una solución de urgencia pero de nivel para el equipo de Carlos Cantero, que sigue luchando por cerrar una temporada histórica con broche de oro.
El regreso de Hempe no es casual ni improvisado. Las lesiones de Markeisha Gatling, Shante Evans, Ellen Nystrom y la baja de larga duración de Nerea Hermosa han dejado muy mermado al equipo en posiciones interiores. Tanto es así que la Federación Española de Baloncesto ha autorizado su fichaje fuera de plazo debido a la situación médica crítica del conjunto.
Hempe no llega como una desconocida, ni mucho menos. Su primera etapa en Zaragoza fue fundamental en la consolidación del proyecto femenino del club. En la temporada 2021/22, la pívot firmó unos notables 13,6 puntos, 5,3 rebotes y 1,1 asistencias por partido en 30 encuentros, con una media de 14,2 de valoración. Fue entonces cuando se ganó el corazón de la afición, y también el interés del baloncesto europeo de primer nivel.
Tanto fue así, que en octubre de 2022, y tras disputar apenas tres partidos de la siguiente campaña, el USK Praga—vigente campeón de Euroliga—ejecutó su cláusula de rescisión unilateral para ficharla. Una salida repentina, dolorosa pero comprensible, ya que Hempe se encontraba en plena explosión deportiva y su crecimiento había sido evidente.
Antes de su actual regreso, la jugadora pasó por Nesybe Aydin (Turquía), Valencia Basket y Olympiacos, donde ha sido parte esencial del reciente título de liga. Sus promedios en Grecia han sido de 14,4 puntos, 5 rebotes y 1,6 asistencias por partido, cifras que avalan su estado de forma y justifican su fichaje como un refuerzo de máximas garantías.
Hempe y el cariño de la Marea Roja
“Zaragoza es mi segunda casa y siempre estará en mi corazón”, dijo Hempe en su emotiva despedida de 2022. Su marcha fue un capítulo agridulce tanto para ella como para la afición. Agradecida por el cariño recibido, la jugadora se despidió entonces dejando claro que volvería si el destino lo permitía. Y ahora, el baloncesto ha querido reencontrarlos.
El club también dejó clara su gratitud entonces, destacando que la marcha de Hempe era reflejo del buen trabajo del Casademont Zaragoza en el baloncesto femenino. En sólo dos temporadas, el equipo ha logrado consolidarse entre la élite, rozando la Final Four europea y albergando la Final Six de esta temporada en el Príncipe Felipe.
Ahora, el regreso de Hempe no sólo supone un alivio deportivo, sino un golpe emocional positivo en una recta final donde cada detalle cuenta. Con su llegada, Merritt Hempe se convierte en la jugadora número 18 que ha formado parte del primer equipo esta temporada, en un curso especialmente marcado por los contratiempos físicos y los constantes movimientos en la plantilla.
Un equipo que no se rinde
Casademont Zaragoza ha demostrado una y otra vez que no se resigna ante las adversidades. Lejos de bajar los brazos, sigue reforzándose para competir al máximo nivel en los playoffs por el título, que les enfrentarán sí o sí a Jairis, teniendo las mañas el factor pista a la vuelta.
La vuelta de Merritt Hempe no sólo aporta calidad y conocimiento del sistema, sino también un vínculo emocional con la ciudad y la afición que puede resultar clave en los momentos decisivos. Su experiencia, su carácter y su talento están de vuelta, y el Príncipe Felipe ya se prepara para aplaudirla una vez más.