Hasta mediados de las fiestas de San Lorenzo, hace aproximadamente un mes, Escriche no tenía competencia como delantero. Entonces es cuando apareció la figura de Cristo, jugador más valioso de la plantilla y teórico delantero titular del Huesca en aquel momento. El mercado acabó y, en vez de un delantero de los llamados referencia, llegó la “bomba” del mercado: Okazaki. Un delantero cuyo currículum y nivel le hacen ser un serio pretendiente a la titularidad.
Con todo, la duda se plantea tanto a los aficionados como, seguramente, a Míchel: ¿quién será el titular este sábado ante el Numancia? Los tres jugadores tienen argumentos de peso como para optar a ello. Una lucha por la titularidad que seguro les potenciará y cuyo máximo beneficiado será el Huesca. Juegue quien juegue, lo que está claro es los tres arietes tienen capacidades diferenciales que aportar y cierran una delantera temible para muchas defensas de la categoría.
El partido contra el Numancia puede ser una buena oportunidad para que Míchel pruebe a los menos habituales y traten de reivindicarse. Las rotaciones en la delantera podrían ocurrir, igual que en los puestos de Pedro López y de Mikel Rico.
Escriche, juventud y garra
Hasta ahora el Huesca ha ganado siempre que Escriche ha sido titular, pero el delantero no ha marcado ningún gol. Solo ha asistido a Eugeni en la victoria por 3-0 ante el Depor. Su garra y llevar entrenando con el equipo desde el mismo comienzo de la pretemporada le hacen ganar galones, pero no es el titular sobre el papel. Sin embargo, el fútbol nunca deja de sorprender y por ahora está haciendo méritos para estar ahí.
Lo que más destaca es su lucha, haciendo lo que Míchel plantea a la perfección: presionar arriba de manera muy agresiva, ser un incordio para el rival. Sin embargo, lo poco que se ha visto de él de cara a puerta no es lo más alentador y su altura tampoco lo convierte en un arma letal por arriba.
Cristo, elegancia y juego
Con la lesión de Escriche jugó todo el partido de titular y dejó unas impresiones muy distintas a las del valenciano. Un jugador que reclama protagonismo, con mucha confianza en su disparo y que se asocia más, pero que no da ese plus de presión.
Sorprendió mucho que Okazaki estuviese por delante ante el Sporting saliendo del banquillo, pese a que el nipón solo llevaba 4 días siendo parte del conjunto oscense. Quizá lo hizo por motivos de marketing o quizá porque Míchel lo estimó oportuno. Lo que está claro es que Cristo es un jugador muy codiciado, cuya contratación fue una gran apuesta y que el otro día vivió el rol de tercer delantero en la SD Huesca.
Okazaki, pasión y experiencia
Sobre el japonés hay poco que decir. Aún no ha jugado lo suficiente como para juzgarle, pero su carrera hace que sea un jugador muy a tener en cuenta. Lo poco que jugó ante el Sporting sí pareció responder a la petición de Míchel de la presión mordiente.
Sea como fuere, es un jugador que, por carisma, aptitudes, y ya sea desde el banquillo o la titularidad, va a aportar mucho al equipo. Su integración está siendo rápida -el domingo pasado estuvo subido a caballito encima de Yañez al finalizar el choque- y tiene potencial para dar mucho al colectivo. Su titularidad o no aún es un melón por abrir. Míchel tiene trabajo.