El Huesca sale hoy rumbo a Lugo, próximo rival de los de Míchel. El preparador del conjunto azulgrana mantiene firme su discurso: confianza en el trabajo, en su plantilla, en su guión y paciencia. ¿Que puede haber nervios porque el dominio en los partidos no se plasma en goles? “Yo no los tengo y, por lo tanto, no lo transmito a los jugadores”, responde. Deslizó que es una cuestión de tranquilidad y afirmó que es una “faceta a mejorar”. Míchel sigue fiel a su esquema de juego. El objetivo es el dominio del cuero. Se queda más con los 60 minutos buenos que con 30 malos. “El resultado no pueden marcar nuestras señas de identidad”, acaba de subrayar en la rueda de prensa celebrada en El Alcoraz antes de emprender viaje a Lugo vía Ponferrada. El partido es el sábado a las 18.00 en el Anxo Carro de gratos recuerdos.
Once jornadas quemadas en lo que se lleva de temporada no modifican nada de la argumentación de Míchel, que orilla la palabra ascenso y pone como escudo la exigencia máxima de un equipo que se mantiene en proceso de construcción. Por lo tanto es consciente de que hay que mejorar. Sigue encandilado con su tropa por su intensidad cuando hay puntos en juego y cuando hay que prepararse para ello. Así, puso como ejemplo la jugada en que Sergio Gómez se retiró por precaución del entrenamiento con problemas en su tobillo derecho en una jugada con Datkovic.
Lugo espera al Huesca de Míchel que llega tras el empate contra el Racing de Santander. En juego, tres puntos vitales. No solo por el empate contra los cántabros en El Alcoraz, sino porque son tres puntos en juego y todos son importantes. El equipo gallego, previsiblemente, le espere armado atrás como hizo el Racing para lo que espera desarbolarlo desde ese dominio del balón. Míchel advierte de que los gallegos les pondrán las cosas difíciles, como el resto de equipos de una liga donde hay tanto equeilibrio.
Míchel también ha sido preguntado por las palabras de Ferreiro en las que no escondió cierto enfado por el grado de exigencia que tiene en este momento el Huesca. El técnico fue elegante con las palabras del jugador, dijo que respeta todas las críticas y recordó lo que ha comentado en más de una ocasión, que él está en Huesca porque es un proyecto exigente.