Míchel reconoció tras la derrota contra el Albacete que toca “incidir en el trabajo psicológico”, porque restan tan solo cuatro días para el próximo partido. Y el técnico del Huesca ha recalcado en la rueda de prensa posterior al encuentro contra los manchegos que “estos pequeños baches de dos derrotas seguidas nos tienen que hacer más fuertes. Veo que somos una piña y nadie de fuera se puede entrometer en el trabajo de este equipo”. Y es que el entrenador del Huesca se fue con un choque de sensaciones. Lógicamente, dolido por la derrota, pero la otra cara es que su equipo había respondido tras los “10-15 primeros minutos del partido que no nos podemos permitir”.
Michel: “El equipo entró frío”
Cualquier estrategia se vino abajo porque el equipo, dijo, “entró frío y con un ritmo lento de circulación”. Allí se fraguó la derrota del Huesca, en ese inicio donde ofreció su cara B. Se queda el entrenador con la necesidad de subsanar esa forma de entrar en el terreno de juego y con la falta de puntería. Del resto, satisfecho. “A partir de allí creo que el equipo ha hecho muy bien las cosas. Duele decirlo después de una derrota –Añadió_ pero a los jugadores no se les puede decir nada más. Hay que seguir trabajando, hay que seguir fuertes mentalmente para superar esta situación”.
Michel defendió su argumento con los datos. Y elocuentes. 21 disparos a portería y muchas opciones de gol, sin restar méritos a un rival que “en la segunda parte hemos estado más expuestos y ha tenido dos o tres también. Pero es ese ir y venir del partido hemos tenido suficientes opciones para hacer un gol e incluso más”, señaló.
Con dos equipos que se enfrentaban tras haber perdido en la jornada anterior, el objetivo era claro: apretar para generarles dudas. La realidad fue al revés. “No hemos sido contundentes y el penalti nos ha generado dudas. No tiene razón de ser, pero ha sido así”, afirmó.