Michel atendió a los compañeros de Cope Huesca en una entrevista extensa y profunda, en la que se vio tanto al Míchel más personal como al más profesional, pasando por anécdotas y análisis del más alto nivel. Si algo ha dejado claro el mister desde su contratación es la ambición y el realismo. El tercer puesto actual “es anecdótico, pero me gusta como está el equipo”. A su juicio, el grupo progresa de forma adecuada hacia uno que “encaje poco y que marque todo lo posible, tener una diferencia importante”. Para ello, una vez más, repitió que la idea es “tener muchísima posesión pero sin desequilibrios. Ser un equipo ofensivo y atacar bien para no tener situaciones defensivas peligrosas. El equipo lo ha entendido bien”.
Míchel en plano corto
“Huesca es diferente a Madrid, es una ciudad muchísimo más pequeña pero estoy muy cómodo. Es muy acogedora”. Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, Huesca le hace a Míchel notar “mucho la soledad, mi mujer y mis hijos están en Madrid, pero no tengo tiempo para aburrirme. Paso más horas de las que pasaba en Madrid pensando en el fútbol”, explicaba para quitarle hierro al asunto. Ve a sus hijos de 16 y 13 años casi todas las semanas, habla con ellos a diario pero “es diferente”, confiesa.
En cuanto a su futuro, fue claro: “Mi contrato es de un año, pero como no depende 100% de mí prefiero no pensarlo. Estoy muy contento aquí en Huesca y todo lo que me dijeron que me iba a encontrar es lo que necesitaba”. Uno de los mejores puntos a favor del Huesca es, sin duda, el contexto que genera para el entrenador madrileño. Hasta él asegura que “para seguir mejorando como entrenador he encontrado el sitio ideal”.
A propósito de su contrato, echó la vista atrás para rememorar cómo el primero que le llamó fue Rubén, para luego hablar con él y con Petón hacia finales de mayo. Las fechas de comienzo de una trama Oikos que “generó una sensación de intranquilidad, de duda, pero en lo deportivo tenía las ideas muy claras y el proyecto era muy bonito”. Por muchas informaciones que salieran, Míchel reiteró en la entrevista que “no pensé en echarme atrás, tenía información clara y concisa del Huesca”. Luego fue el propio club el que marcó “los tiempos de mi oficialidad, pero lo mío estaba cerrado”.
La plantilla que él mismo pidió
Con la filosofía de que “al Huesca no podía venir cualquier jugador. Aquí había que venir con unas ambiciones y una exigencia que no todo el mundo puede llevar” se fraguó una de las mejores plantillas de la historia azulgrana. Aunque de primeras muchos se sintiesen inseguros, “casi todos los jugadores, antes o después, han llegado”. El perfil estaba claro: “Yo quería que la gente entendiera que este es un proyecto para un año entero”.
En la defensa, sin embargo, todo comenzó con problemas: “Hubo 4 centrales que nos dijeron que no. Es una posición muy clave para mí y el proyecto se iba a sentir un poco cojo si no venía lo que nosotros queríamos; pero llegaron”. En cuanto a los que no han jugado, el míster se deshizo en elogios hacia ellos: “Si ves a Toni verás que su rendimiento va a ser bueno, y Pablo Insua es un jugador top de la categoría que está a punto. Sé que será un jugador importante para nosotros”.
Por otra parte, se deshizo en elogios hacia Pulido, sobre quien contó que “ha encontrado su equipo aquí en Huesca. Le tuve como compañero en mi último año como profesional, el tenía 19 o 20 años. Es un jugador indispensable por todo lo que aporta dentro y fuera del equipo”
Sobre el resto de la plantilla dio pinceladas bastante esclarecedoras. Ya lo dijo en rueda de prensa, pero repitió en la entrevista que él y el Huesca cuentan con Musto para enero: “Ha hecho una pretemporada excepcional sabiendo que no podía competir y suma mucho al grupo. Es un jugador importante para mi”. En cuanto al otro pivote, Doukouré, habló apenado sobre el retroceso en su lesión porque “es un chico muy fuerte y sé que nos va a ayudar, pero hay que hacer las cosas bien y tener paciencia. Los resultados no tienen que marcar su recuperación, los tienen que marcar su rodilla”.
Un sistema creado con mimo
“Creo que hay muchísimas características que varían el estilo de un equipo. No es lo mismo poner a banda cambiada a Raba que a Ferreiro”. Así habló Michel en la entrevista sobre su estilo y su sistema, con el que el Huesca “estamos imponiendonos, estamos viendo que hemos dominado a todos los equipos”.
Desde un punto de vista frío, dejó una frase de esas que definen a un gran entrenador: “Ganar o perder es parte del juego. Mi idea es que ellos no pierdan la esencia del juego. Las estadísticas nos están dando la razón no en resultados pero sí en el cómputo total de la competición”. Y es más: puso ejemplos de lo que estaba diciendo. Por ejemplo, se acordó de la derrota ante el Albacete, a la que caloficó de “un accidente”. “A nuestro portero es al que menos le han tirado en toda la temporada. No es lo mismo jugar con Cristo que con Okazaki que con Escriche, pero la esencia se mantiene. Si me generan poco y yo siempre genero, creo que no hay que cambiar nada”, añadió.
Por último, trató dos nombres propios para deshacerse, una vez más, en piropos. El primero de ellos fue Okazaki, al que calificó como jugador top. De él explicó que “entiende el juego perfectamente, tácticamente es perfecto para nuestra idea. Tiene los conceptos muy claros y presiona espectacular. Tiene que mejorar de cara a gol, vamos a intentar darle soluciones”.
El segundo de ellos es Mikel. Le calificó como un jugador de “inteligente y de valor incalculable”, puesto que los interiores en este sistema son muy importantes. Aplaudió su labor y la de todo el equipo ante el Málaga, al que se “minimizó” pese a que “es un equipo muy trabajado, por el buen partido que hizo el Huesca. En ningún partido se habían visto tan superados como en la primera parte del otro día, el equipo estuvo espectacular”.