El Rayo Vallecano retomó este martes los entrenamientos y lo hizo con Paco Jémez, que, pese a estar cuestionado por los malos resultados, se sentará en el banquillo frente al Huesca. Una derrota podría provocar su destitución como entrenador del equipo.
El Rayo, cuyo objetivo inicial era el ascenso directo, es decimocuarto de la clasificación con 21 puntos, cuatro por encima del descenso y a seis de la sexta plaza que marca la promoción de ascenso. Además, encaja goles con facilidad y ha recibido 24 en 18 partidos.
A los malos resultados –4 victorias en 18 partidos- se une el pobre juego del equipo que no transmite buenas sensaciones. Todo ello ha hecho que la continuidad de Paco Jémez penda de un hilo.
El principal valedor de Paco Jémez es el presidente Raúl Martín Presa. Éste, siempre se ha caracterizado por mantener a sus entrenadores hasta situaciones límite y en ocasiones siendo la única voz discordante de toda la directiva en estos asuntos.
Tras una hora reunidos en el vestuario, la plantilla saltó al césped este martes para afrontar un entrenamiento matutino dirigido por Jémez con el que comenzar a preparar el partido frente al Huesca, otro aspirante al ascenso y tercer clasificado.
En el entrenamiento no estuvo el centrocampista Santi Comesaña, que sigue con molestias, ni el extremo Álvaro García y el central montenegrino Esteban Saveljich.