La riqueza táctica de Michel convierte a sus equipos en conjuntos versátiles y con soluciones, y se empiezan a ver ya detalles de sus cambios de esquema en la SD Huesca. Del 4-1-4-1 habitual, con el que jugó todo desde la pretemporada, en los dos últimos encuentros hemos visto al conjunto oscense pasar a otros registros que han aportado otras cosas.
Parece que Michel se está decantando últimamente por el 4-4-2. La progesión hacia este sistema ha ido avanzando. Comenzó usándolo en alguna fase del partido con el Albacete, en la segunda parte del Extremadura y ya fue norma en casi todo el choque ante el Girona (con ciertos matices).
Mikel gana presencia
El caso más claro, y que mejor resultado ha dado es el paso al 4-4-2. En fase defensiva y de creación en campo propio, el esquema elegido por Michel dejó de ser el 4-3-3 o 4-1-4-1: Mikel estuvo constantemente al lado de Mosquera, cortando juego y ayudándole en la salida del balón. De aquí en adelante, Mikel corría con el balón y apoyaba la fase ofensiva.
En ataque, igual que hacía en otros partidos, solía caer a banda derecha o entrar al remate. Su predilección es caer a la banda diestra, desde la que centrar o generar apoyos para, mediante triangulaciones, lograr que Miguelón o Ferreiro tuviesen hueco para poner un buen centro.
Sin embargo, al tener ese rol más defensivo, eligió mejor cuándo generar superioridades por banda porque dejaba en solitario a Mosquera en caso de una pérdida de balón. Sea como sea, decidió desfogarse y hacerlo todo a una velocidad destacable. Fruto de ello, fue el primer retirado del terreno de juego, cuando en el 66′ se le veía notablemente cansado.
Juan Carlos gana libertad y protagonismo
La actuación más sorprendente fue, sin duda, la del media punta gallego. Totalmente librado de la labor de creación y el trabajo defensivo que le exigía jugar en el 4-1-4-1 de interior, su potencial salió a la luz. Igual que ante el Extremadura. Como más sumó fue partiendo desde la banda izquierda y rompiendo hacia dentro o generando superioridad por la banda zurda, aunque lo segundo fue menos común.
Aunque quizás se le pueda acusar de individualista, es cierto que jugando por detrás de Okazaki pero casi de falso 9 puede explotar mejor su pase y su regate. Perdió la posesión hasta en 10 ocasiones, intentó más de 30 pases y trató de superar al rival hasta en 8 ocasiones, entre duelos y regates con el balón controlado. En su nueva posición, en la que defendiendo presionaba a la par que ariete nipón, fue más protagonista que en otros choques, aunque no anotase ni asistiese.
Los problemas llegan en defensa
Las dos líneas de 4 que tanto suelen incomodar al Huesca a la hora de crear no parecen serle efectivas para defender a los de Michel. Ferreiro y Sergio tuvieron un notable rendimiento defensivo, bajando a apoyar en repetidas ocasiones. Sin embargo, con Eugeni no tiene la capacidad de robo, la presencia ni el poderío físico de Mikel, por lo que cuando se puso a la par de Mosquera, el equipo se resintió en ese aspecto. Los datos lo dejan claro: Eugeni no robó ni interceptó ningún balón en la media hora que disputó. Mosquera lo hizo hasta en 4 ocasiones y Mikel en 2.
A la espera de la recuperación de Doukouré y de que se desenvuelva el culebrón de Musto, Michel deberá encontrar la pieza que le de equilibrio al Huesca cuando Mikel no esté si quiere seguir usando este esquema. En Extremadura jugó con él durante 45′ y fue de lo peor que se le ha visto. Ayer pulió muchos errores y dominó a uno de las mejores plantillas de la historia de 2ª división, pero hubo una fase en la que le hicieron daño y el Girona pudo empatar el choque.