Se venía hablando durante los días previos del encuentro entre el Racing y la SD Huesca como un partido trampa y así ha sido. El cuadro azulgrana ha caído en el Sardinero y si el Real Zaragoza vence al Oviedo ya no dependerá de sí mismo para entrar entre los dos primeros. Míchel ha tratado de dar respuestas al batacazo aludiendo a la dificultad de la categoría. «Todos los partidos son muy complicados, no hemos estado a nuestro mejor nivel. Las cosas no nos han salido como queríamos», aseguraba.
Según el técnico, cualquier equipo puede hacerte daño en este momento de la temporada. Algo a lo que se añade tener que jugar cada pocos días. «Hay que tener humildad para levantarse y afrontar las dos finales que tenemos por delante», añadía el ‘míster’ azulgrana, pensando ya en los partidos contra Numancia y Sporting.
Después del tropiezo ante el Racing, vuelve a entrar en juego el factor mental para la SD Huesca. Míchel afirmaba que el vestuario estaba «dolido» pero ya piensa en reponerse para afrontar los dos últimos partidos de la temporada regular.
La lectura del partido del preparador de Vallecas pasaba también por la falta de acierto, ya que los suyos apenas han inquietado la portería local. Algo a lo que se ha sumado no haber estado al mejor nivel. «Eso en esta categoría se paga», insistía.
Montaña rusa
Después del parón, la categoría se ha convertido, según el entrenador de la SD Huesca, en una «montaña rusa», tanto a nivel emocional como en la clasificación. Hoy, el cuadro altoaragonés ha dejado de depender de sí mismo para lograr el ascenso directo. Por ello, Míchel prefiere no dar más vueltas a lo sucedido y pensar, por ahora, en el Numancia y en una victoria que les permita pelear hasta la última jornada por el objetivo.
«En 42 jornadas ascienden los equipos que más lo merecen por regularidad, vamos a ver en la última jornada quién se merece ese ascenso», añadía.