Desde hace un tiempo ver los partidos del Real Zaragoza se ha convertido en saber los resultados de los demás equipos. Recuerdo hace unos años poniendo el teletexto para saberlo o escuchando la radio. Ahora, con una app lo voy sabiendo al instante e incluso configuro los resultados que quiero conocer.
Y es que dependemos de nosotros mismos. El resto tienen que mirar desde abajo nuestro ascenso, pero seguimos mirando hacia abajo sabedores de la fragilidad del segundo puesto. Vernos ahí arriba es lo mejor que nos ha pasado en estos años de infierno. Nunca hemos estado posicionados tan arriba y durante tanto tiempo. Y sí, da vértigo. No mucho, pero lo suficiente.
En la rueda de prensa del viernes, Víctor Fernández, reconocía que sacar un punto de La Rosaleda era Misión Imposible. Lo veía difícil. Lo escuchaba y me entraba el miedo: no ganaremos al Málaga. Demos gracias si empatamos.
Avanzaba el partido, y veía cercano el empate. Y gracias. Pero cuando ya firmaba no perder, emergió la figura de Nieto no dando por perdido un balón imposible para regalarle a Luis Suarez el gol de la victoria. Nieto y Suarez firmaron la victoria. Nieto, Suarez y Jawad El Yamiq fueron las figuras del equipo que nos permiten otra semana seguir mirando desde arriba.
El Real Zaragoza, único equipo invicto en el 2020, es diferente. Es el equipo que hace equipo. Es el equipo que llega con ganas al final de los partidos, que lucha cada balón que cualquiera daría por perdido. Es el equipo en el que juegan todos, hasta los que no juegan. Es el equipo que gana cuando nadie espera que gane.
Nosotros, nos preparamos para mirar a los ojos a nuestros rivales. Y cada vez, cada jornada, cada semana, en los rivales y su entorno se percibe esa sensación que tanto nos gusta generar a nuestro paso, casi tanto como el respeto: el miedo.
¡Estamos a un paso de ser lo que fuimos, lo que nunca debimos dejar de ser!