La SD Huesca encara el choque ante el Eibar del próximo martes (19.30 horas) de nuevo como último clasificado tras el empate a nada en Vallecas. La estadística dice que, desde que la Primera División se rige por tres descensos, ningún conjunto clasificado en el último lugar a falta de cinco partidos para el final del campeonato ha logrado la permanencia.
Pese a encadenar cuatro encuentros consecutivos sin conocer la derrota, el conjunto oscense no termina de conseguir un triunfo que le permita escalar posiciones y acercarse a la salida. No obstante, se ha hecho con los mismos puntos que el Rayo en este séquito de enfrentamientos, con dos más que Valladolid y Levante y cuatro más que el Girona, que acumula hasta cinco derrotas seguidas.
Tras la disputa de la jornada, el Huesca sigue ocupando el farolillo rojo, con 26 puntos, a ocho puntos de la salvación. De la parte baja de la tabla solamente Villarreal (14º) y Celta (14º), con 36 y 35 puntos respectivamente, han podido coger aire. Y es que, además de a Rayo y Huesca, a Valladolid (18º), Levante (17º) y Girona (16º), que cayó en el duelo de Balaídos, también se les ha resistido la victoria.
Mallorca, espejo de ilusión
Hasta el último minuto del último partido. No fue hasta aquel instante cuando el RCD Mallorca de la temporada 2004/05 alcanzó la permanencia. El cuadro bermellón encaró las últimas jornadas del campeonato liguero a 10 puntos de la salvación e incluso su propio técnico, Héctor Cúper, llegó a declarar que lo único que quedaba era “descender con dignidad”.
Aquel Mallorca había caído en casa ante el Zaragoza (0-2) y, cuando el mundo del fútbol lo dio por descendido, resurgió. Desde aquella jornada 31 no volvió a perder, cosechando 4 victorias y 3 empates, y llegando al duelo final fuera del descenso por primera vez en 30 jornadas. Dependía de sí mismo pero se medía al mejor Betis de la historia, finalista de una Copa del Rey que terminaría ganando y aspirando a los puestos de Champions.
La noche fue agónica. Al Mallorca le anotó Assunçao y se pasó toda la segunda mitad por debajo en el marcador, sabedor que un gol del Levante, que perdía 1-2 ante el Villarreal, le mandaba a Segunda. Prácticamente de forma simultánea, Forlán sentenciaría al cuadro granota y Pereyra pondría las tablas para delirio de las gradas de Son Moix. Un milagro como pocos.
Hasta el final
Ni las cuentas. No vale la pena pensar en puntos por partido ni tirar de matemáticas. A la SD Huesca le esperan cinco finalísimas sin margen de error. Ha agotado todas sus vidas y una derrota significaría su sentencia. “Hay que sacar los tres puntos, ir poco a poco alargando y esperar a los demás y a que el milagro pase”, explicaba Galán en el entrenamiento matutino de ayer.
El lateral azulgrana, consciente de que todavía se esconde una oportunidad pese a la extrema dificultad, aseguraba que “no vamos a bajar los brazos”. Galán cree que el equipo está compitiendo bien y que en la línea defensiva “todos aportamos” más allá de sistemas o nombres.
Pulido, duda
Miramón, Akapo y Pulido son algunos de ellos y que, por otro lado, no se ejercitaron el domingo con el grupo. El primero lo hizo por precaución, mientras que el segundo sigue trabajando al margen con los fisioterapeutas. Pulido, que sufrió un duro rodillazo de Embarba, es la gran incógnita para recibir al Eibar pese a que espera llegar al choque.