TERUEL | El CV Teruel ha vivido un año claramente separado por dos momentos: el curso 2023/24 y el 2024/25. En el primero, el cuadro dirigido por Máximo Torcello logró un nada desdeñable cuarto puesto y cayeron en cuartos de la Challenge Cup ante el Akaa finlandés. En cuartos de los playoffs por el título, el Melilla fue el verdugo del conjunto aragonés, que puso fin al curso en pleno abril. La próximo temporada arrancó en octubre y en ella el conjunto dirigido ahora por Fabián Muraco busca remontar el vuelo y ascender del octavo puesto en el que se inmerso tras 5 triunfos y 7 derrotas.
Haciendo un repaso cronológico, el día de Reyes, el CV Teruel arrancó este 2024 de la peor mejor posible, venciendo al Santo Domingo VB Pertrer por 3-0, siendo su tercer triunfo consecutivo desde diciembre. La cara amarga vino ante el Akaa, que rápidamente echó a los turolenses de la Challenge Cup (tercera competición europea más importante) con dos inapelables 0-3 y 3-1. Tras este traspiés, los aragoneses pusieron todas sus miradas en la Superliga, ampliando la racha a hasta ocho triunfos seguidos. Y es que los de Torcello arrasaron con ante San Roque, Cisneros, Soria, Manacor y Emevé, para así reaccionar con el objetivo de alcanzar los primeros puestos que otorgarían un mejor cruce en los playoffs por el título.
Tras esta gran acumulación de victorias ligueras, llegó la Copa del Rey y llegó el temible Unicaja Almería que se llevó el duelo tras un interminable ‘tie break’ que se acabó 28-26 en un encuentro en el que los turolenses llegaron a ir 2-0 por delante en el luminoso. Este jarro de agua fría se trasladó a la Superliga en la que se enfrentaron y cayeron ante el todopoderoso Guaguas que se llevó el gato al agua 3-1. Finalmente, ya en pleno mes de marzo, el Melilla sufrió la ira de los de Torcello (3-2), que volvieron a caer ante el Unicaja Almería (1-3) para acabar el curso regular venciendo en Valencia (1-3). En los playoffs, el mismo Melilla al que antes habían vencido por la mínima se vengó con todas las de la ley en los cuartos de final ganando por 3-2 y 1-3. Así, la temporada acabó.
Fabián Muraco a los mandos
Una vez acabó la temporada, una de las primeras decisiones que se tomaron fue la de fichar al argentino Fabían Muraco como entrenador. Máximo Torcello, quien hasta ahora había sido el técnico turolense, se posicionaba como segundo entrenador y dejaba al ex del Leleman Conqueridor como primero de abordo. “Compartimos la conducción del equipo, porque Máximo es un entrenador, no lo tomo como un ayudante. Compartimos las decisiones tácticas y técnicas. Tal vez soy yo el que maneja más los entrenamientos, porque soy un ‘cabezadura’ y no me gusta delegar”, explica con una sonrisa Muraco en una entrevista para este medio, añadiendo que “él mismo presentó mi nombre como una posibilidad. Es una persona que conozco desde que tiene 15 años, porque lo he dirigido en Argentina cuando era jugador”.
Así, en octubre, el CV Teruel inició otra temporada más en la élite con un primer partido que se traía las suyas: Unicaja Almería. El primer examen de Muraco no fue sencillo, pero los turolenses dieron la cara y le endosaron un contundente 3-0 a uno de los equipos más complicados del panorama nacional. Tras caer con Soria por la mínima (3-2), el equipo de Muraco volvió a saborear las mieles de la victoria ante un Melilla que no gozó de oportunidad alguna (3-0). “El equipo fue mutando entre buenos momentos de juego y algunos no tan buenos. Eso significó que hubo partidos con rivales realmente difíciles como en su momento Almería o Soria o el mismo Melilla que se jugó muy bien y se ganó o se perdió en ‘tie break'”, analiza Muraco.
Tras estos duelos, octubre acabó con una dura derrota en Manacor (3-0), que no afectaba en gran medida a un Teruel que iba en el solitario quinto puesto. El mes de noviembre arrancó con el equipo compitiendo con uñas y diente, pero con resultados algo irregulares. Los de Muraco cayeron ante Cisneros (3-1), frente a Valencia (1-3), para después ganar a Palma (3-0), Emevé (0-3) y Tarragona (3-1).
“Hubo partidos que en definitiva los rivales no jugaron bien, pero nosotros jugamos peor. Yo sabía que al equipo por la juventud que tiene iba a tener estos altibajos y fue un poco lo que pasó en esta primera vuelta. Espero que ahora nos equilibremos un poquito y que esta segunda vuelta después de este parón de Navidad cojamos un poco de aire. Entre el entrenamiento, viajes, partidos, a veces viene bien un descanso y creo que el equipo va a dar un salto de calidad en esta segunda etapa”, constata el técnico sobre este tramo de la temporada.
Finalmente, el mes de diciembre fue realmente aciago, con pleno de derrotas ante el vigente campeón Guaguas (0-3), San Roque (3-1) y Unicaja Almería (3-2) con quien empezaron la primera vuelta. Sobre estos recientes duelos, el técnico tiene clara su lectura. “Con Guaguas en los finales de los dos primeros sets fueron muy duros 23 iguales. Cuando uno ve eso en el equipo, ve que falta muy poco para dar un salto de calidad. No es que perdemos jugando mal o no pasamos de los 15 puntos. Sin embargo, ante San Roque, el técnico considera que “fue un partido que jugamos mal, pues es un rival que está en nuestra franja de nivel y sin embargo no lo pudimos combatir”. Finalmente, Muraco considera que el duelo ante Almería estuvo muy condicionado por la lesión de David López: “Ganábamos 2-0 y se nos lesionó David nos hizo bajar la atención. No pudimos recuperar nuestro buen juego, ya que realmente estábamos controlando el partido”.
Así, tras 12 jornadas disputadas, los de Muraco se encuentran en un octavo puesto del que quieren ascender. Momento que el entrenador considera que llegará tarde o temprano pues, “nosotros tenemos que apuntar a ganar esos partidos que no pudimos ganar ante nuestros rivales como San Roque, Cisneros, o tal vez Manacor. Creo que tenemos que ir a buscar esa revancha que no pudimos ganar en la primera vuelta”.
Finalmente, Muraco le pide al 2025 que “quiero que le vaya bien al club donde trabajo siempre. Yo me hago hincha del club donde trabajo, entonces quiero que le vaya bien. Soy tan fan como el que está sentado en la grada. Por supuesto que tengo una responsabilidad mayor, pero quiero que le vaya bien y que pasemos a estar en los mejores lugares. Y después, bueno, en lo personal, que mi familia tenga un año realmente bueno”, acaba.