Cada vez hay más aragoneses concienciados sobre la importancia que tiene practicar deporte con regularidad. La pandemia fue muy influyente en este sentido, aunque lo cierto es que desde años atrás el running y otras disciplinas ya estaban experimentando un auge sin precedentes.
El hecho de que hoy en día el deporte sea tan popular es muy positivo, pero también da pie a que se extiendan una serie de mitos. Hoy hablaremos de aquellos que, por unos u otros motivos, han acabado extendiéndose más. No solo sacaremos a colación los que hacen referencia a las disciplinas deportivas practicadas a nivel profesional, sino también del deporte llevado a cabo por amateurs y personas que simplemente quieren pasárselo bien y/o mejorar su estado de salud diciendo adiós al sedentarismo.
La prohibición a los jugadores de masturbarse o tener sexo antes del partido o el día previo
Durante muchos años se ha ido extendiendo este mito. Básicamente consiste en creer que, a los jugadores tanto de fútbol como de otras disciplinas, no se les permite tener sexo de ningún tipo cuando quedan menos de 24 horas para disputar el partido. Hablamos tanto de mantener relaciones sexuales acompañado como de masturbarse, independientemente de si se hace uso o no de juguetes eróticos como los de easytoys.
Este mito no distingue entre los diferentes tipos de sexo, así como las prácticas disfrutadas durante la sesión íntima. Y es que se basa en afirmar que, debido a la eyaculación, se pierde mucha testosterona afectando posteriormente al rendimiento sobre el terreno de juego.
Lo cierto es que el mito llegó a extenderse tanto que incluso algunos entrenadores acabaron estableciendo dicha prohibición, pero fue algo anecdótico. En pleno 2023 podemos decir que se trata de algo completamente falso: a los jugadores no se les prohíbe masturbarse ni tener sexo, pudiendo hacerlo cuando quedan 24 horas e incluso menos. De hecho, en algunos casos incluso se les anima a ser activos en la cama o fuera de ella por los beneficios que trae consigo.
Numerosas pruebas realizadas con voluntarios han demostrado que la eyaculación, exceptuando aquella que se produce tras un encuentro sexual que acarrea un gran desgaste físico, no afecta de ninguna manera al rendimiento que el jugador es capaz de ofrecer en el campo de fútbol, la cancha de baloncesto, la pista de tenis, etcétera.
Hablando de los beneficios en sí, algunos entrenadores han acabado fomentando la masturbación o las relaciones sexuales 24 horas antes del partido porque son conscientes de que ello aporta ventajas individuales y posteriormente al equipo, empezando por el aumento de autoestima. Si un futbolista, por ejemplo, tuvo un mal partido y está bajo de ánimos, una sesión íntima previa puede revertir la situación, consiguiendo que salte al césped con el nivel anímico al máximo.
La liberación de serotonina que se produce con un encuentro sexual previo no solamente deriva en que suba la autoestima del jugador. Por si fuera poco, su estrés se reduce drásticamente, factor que beneficia sobre todo a aquellos deportistas que están pasando por una situación complicada, como los miembros de un equipo que se encuentran en puestos de descenso.
Algunos deportes son ideales para reducir la grasa localizada
Cuando se llega a ciertas edades es habitual que la grasa pase a estar localizada en determinadas zonas del cuerpo, siendo un claro ejemplo el cinturón abdominal, comúnmente denominado cartucheras.
Muchas personas afirman que haciendo un deporte en concreto sí es posible reducir e incluso eliminar del todo la grasa localizada, independientemente de si se ubica en el abdomen, el pecho, los glúteos o cualquier otra parte del cuerpo. Nada más lejos de la realidad.
La confusión existe porque sí es viable aumentar la masa muscular de algunos grupos en concreto. Por ejemplo, si se hacen sentadillas, los músculos que crecen son los que se encuentran en el tronco inferior. Sin embargo, no sucede lo mismo con la pérdida de grasa.
Cuando hay déficit calórico, la grasa va reduciéndose poco a poco, pero lo hace de manera generalizada. Es decir, ningún deporte es capaz de favorecer la pérdida de grasa de una zona del cuerpo en particular. Eso sí, con aquellos que queman más calorías -como el running, la natación y el crossfit-, se consiguen resultados en menos tiempo.
Beber en los momentos previos a hacer deporte o durante el ejercicio físico provoca flato
Una de las sensaciones más molestas al practicar deporte, obviando los tirones musculares, es sin ninguna duda el flato. Tanto es así que algunas personas evitan beber agua o un producto isotónico antes de dar comienzo a la actividad física.
Se trata de un mito en toda regla: beber agua no provoca flato. De hecho, ahora que llegan las altas temperaturas y se acaba la liga de fútbol en España, durante los últimos partidos tienen lugar un par de pausas para que los jugadores se hidraten. Y es que el líquido elemento no es el causante de dicho dolor abdominal, aunque a día de hoy todavía no se sabe exactamente cuál es el motivo de que termine produciéndose. Aun así, una correcta respiración ayuda a evitarlo.