Los de Nolasco cumplen el expediente en el Ángel Nieto con una primera parte magistral. No hizo falta la hora completa para derrotar a Zamora. Al Bada Huesca le bastó media para sentenciar su pase a la siguiente eliminatoria de Copa y cumplir el expediente marcado.
Desde el inicio y salvo el anecdótico 1-0 inicial, los oscenses dominaron de principio a fin el choque, basando su victoria en una férrea defensa 6-0 que se le atragantó y de qué manera a los de García Valiente. Bonano se animó con 3 goles casi seguidos para poner un 2-5 premonitorio, y posteriormente Val y Teixeira se apuntaron a la fiesta para dejar el partido casi sentenciado.
En 22 minutos, los locales sólo habían anotado 4 goles, gracias a una gran defensa y a un coloso Jorge Gómez bajo palos que parecía tener imán en los guantes, mientras que en ataque, los oscenses perforaban una y otra vez sin piedad la meta pistacho. Aunque Zamora dignificó su actuación en los últimos compases de la primera parte, el 9-18 con el que se llegó al ecuador del partido, dejaba la eliminatoria vista para sentencia.
En la reanudación, la lógica volvió a imponerse: mientras los locales apretaban los dientes y tiraban de orgullo, los de Nolasco vivían de las rentas sin problema y los zamoranos, poquito a poco se acercaron en el marcador, hasta dejarlo en un 19-24 en el ecuador del segundo acto. Pero Javier Ariño, que a la postre fue el máximo goleador de los oscenses, se echó el equipo a la espalda y logró que los locales nunca creyeran en la victoria.
Con la clasificación en el bolsillo, los de García Valiente maquillaron el electrónico hasta dejarlo en un digno 25-31 que habla de un Bada Huesca muy superior en la pista, que estuvo centrado desde el principio y que supo poner la quinta velocidad desde el inicio para no sufrir al final.