Llegar y besar el santo. Moi Gómez fue titular en, prácticamente, la primera oportunidad que tuvo. Rubi confió en él tras la baja por sanción de Sastre. El centrocampista, ex del Sporting, debutó a un gran nivel y dio la asistencia de gol a Álex Gallar.
Minutos en las piernas. Moi Gómez salía cedido de Gijón en busca de un protagonismo que no gozaba en tierras asturianas. Rubi le conoce bien; el año pasado vivieron juntos el descenso del Sporting de Primera División. La confianza viene de intrínseca en su fichaje. Ahora toca refrendarla en el verde y eso es precisamente lo que ha hecho hoy un jugador que acabó con evidentes síntomas de cansancio. “Estoy muy contento por el gran trabajo del equipo y por mi debut. Lo he dejado todo en el campo. He acabado con calambres en las piernas”, explicaba el jugador.
Moi, junto al meta Santamaría, es el recién llegado a un conjunto que tiene como uno de sus secretos del éxito el buen ambiente reinante en el vestuario. “Los compañeros me lo ponen muy fácil con el gran ambiente que hay“. Así de contundente se mostraba el nuevo centrocampista a las órdenes de Rubi.
Con 25 jornadas disputadas pero sobre todo con 17 por jugar. Así se debe ver la vida en el mundo del fútbol. Moi Gómez lo tiene claro y así lo declaró en los micrófonos de Aragón Radio: “La Segunda División es muy complicada y cualquiera te puede ganar. Veo al Huesca muy bien, con muy buena dinámica, pero si creemos que ésto ya está hecho es un paso atrás. El grupo está mentalizado para ir partido a partido”.