HUESCA | El problema en el centro de la defensa 6:0 del Bada Huesca se prolonga. Septiembre fue el mes de la salida de Rodrigo Benites dirección a León, octubre la lesión de Teixeira operado del pectoral y noviembre la baja de Carlos Molina. ‘El Califa’ se encuentra en la clínica Quirón de Zaragoza. Cayó en el segundo acto contra Benidorm. Enseguida se dio cuenta de la magnitud del problema y fue retirado en camilla.
Las primeras medidas se tomaron en la localidad valenciana, luego al autobús e ingreso en la clínica de la capital aragonesa. Tiene fractura de peroné y maleolo tibial, además de problemas en el ligamento. Las imágenes no dejaron dudas del alcance de la lesión. No había más que ver cómo quedó orientado su pie derecho.
Una vez que se terminen de realizar las permitentes pruebas se tomará la decisión de si hay que operarle o no. Y en ese punto será determinante la opinión del especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Quirón Javier Domingo Cebollada. El jugador, según deslizaron tanto José Francisco Nolasco como Fernando Pérez, técnicos del primer equipo cuando salían esta mañana de la Quirón, es que mentalmente “se encuentra con buen ánimo”. “Está muy animado, pero es que no queda otra cuando sufres una lesión”, recalcaron. De momento, su reingreso al equipo carece de fecha.
Su baja no cabe duda de que es importante. El cordobés, que llegó para suplir la salida de Rodrigo Benites y la lesión de Teixeira, es pieza capital en el 6:0 del Bada Huesca. Cada partido iba a más en este regreso al equipo que le catapultó a otros clubes con más músculo económico.
Su lesión contra Benidorm no cabe duda de que trastabilló el encuentro. Su salida obligó a modificar el sistema defensivo, que se tendrá que consolidar ya que, en este momento, no parece que el club vaya a salir a buscar un recambio… salvo sorpresa mayúscula.