ZARAGOZA | En el fútbol de Alejandro Francés todo es ímpetu y emoción. Vive los partidos al borde del infarto, concentrado, veloz en el cruce y comprometido en todas las disputas. Su zaragocismo no solo está impreso en la piel, sino en todas sus palabras: “El Real Zaragoza es el club de mi vida, el que he mamado desde pequeño y ojalá lo haga muchos partidos más”. Francés pronunció esa frase en su última rueda de prensa, tras superar los 100 encuentros en el Zaragoza y en ella hay también una declaración de intenciones. El canterano sueña, como todos sus compañeros de generación, con protagonizar el regreso a la máxima categoría.
❝Estamos trabajando duro. Los resultados van a llegar❞
🎥 Alejandro Francés pic.twitter.com/58jdTxN1IK
— Real Zaragoza 🦁 (@RealZaragoza) November 8, 2023
La dinámica de resultados preocupa a toda la afición. El Zaragoza ha dejado de vencer, justo en el punto exacto en el que acumula más méritos que antes. En su primera racha, nunca supo exactamente por qué ganaba. Ahora, tampoco sabe por qué ha dejado de hacerlo. Hay una tónica que no ha cambiado en cualquiera de las rachas. Ya no hay dudas sobre Alejandro Francés, que ha logrado ser el de siempre.
Sus últimos dos partidos, frente a Burgos y Oviedo, muestran a un defensor total; veloz, aplicado, intenso. Ganador de duelos y capaz de bordear el peligro, en La Romareda estuvo cerca del gol hasta en tres ocasiones. En la más clara, impetuoso, no midió el tiempo y se quedó un palmo adelantado. El resto ya es historia: Francés remató y el VAR anuló un gol liberador. Con él hay una impresión general: no será el último tanto que marque en la temporada.
Los números y las impresiones de Alejandro Francés
Los números descubren a un central moderno, eficaz en los dos lados de la balanza. Recupera más de 4 balones por partido, con 3´5 despejes por encuentro y gana más del 60% de los duelos. Allí, en el reto individual y el desafío permanente, es donde mejor se encuentra Alejandro Francés. Valiente y decidido, es capaz de arriesgar en la anticipación y de corregir más tarde a la carrera. Su fútbol mejora además a través de otra variable: cuánto mejor es el rival al que tiene que marcar, mejor parece él.
Una jugada en el duelo ante el Oviedo le define mejor que ninguna otra. Francés acudió rápido al quite frente a Sebas Moyano. El extremo del Oviedo recortó y el central perdió pie, hasta caer. Moyano creyó que había vencido, pero estaba a punto de perder. Francés se rehízo veloz, más rápido de lo que había caído antes. Unos segundos después, ganó el balón dividido. La jugada extrajo una lección valiosa sobre el canterano: nadie le regatea para siempre.
La temporada se complica y el Zaragoza se jugará todo ante el Elche. A pesar de que haya motivos de preocupación, hay una razón que da una confianza especial al grupo. El momento que vive el central más pasional del grupo, el mejor de todos sus defensores: Alejandro Francés.