HUESCA | La campaña Montaña Segura llama a tener siempre presentes los peligros y problemas más habituales en el barranquismo, donde se da el 15% de los rescates de montaña. En un momento del año en que se incrementan las salidas, resalta las claves para prevenir accidentes. Entre los puntos principales destacan la atención al caudal, los saltos y toboganes, el horario, el grupo y el equipo.
Como aspecto previo, Montaña Segura recuerda que el barranquismo es una actividad técnica para la que siempre se necesita saber utilizar material específico y conocer las maniobras de progresión por lo que es imprescindible iniciarse con guías titulados de empresas de turismo activo o de la mano de los clubes de montaña. También los y las barranquistas experimentados deben potenciar su formación y refrescar conocimientos.
A la hora de realizar un descenso, es fundamental recordar que los barrancos son entes vivos y cambiantes y su caudal puede variar rápidamente por las lluvia y tormentas en cabeceras y cuencas de recepción, así como por el deshielo. Así, como primer punto, es preciso consultar antes de salir que el volumen de agua es adecuado para las características del grupo y también la previsión meteorológica, descartando la actividad en caso de previsión de lluvias. Montaña Segura ofrece su Red de Informadores Voluntarios, que permite preguntar siempre en la zona por el estado actual de los barrancos.
La mutabilidad de los barrancos también afecta a los saltos a pozas y toboganes, ya que piedras o troncos arrastrados pueden alterar su trazado. La segunda clave es no lanzarse desde alturas al agua sin que primero una persona descienda con cuerdas para comprobar que la profundidad es suficiente y no hay obstáculos.
Elegir bien el descenso
Junto con las condiciones del medio natural, es preciso también tener en cuenta las características de los barranquistas. Como tercera norma, hay que planificar la hora de salida según el ritmo de marcha, para terminar antes de que se haga de noche, una de las principales causas de rescates. La regla debe ser tener un margen de tres horas de luz entre el fin de la actividad y la puesta de sol, para que cualquier retraso no suponga un problema.
De la misma manera, la cuarta clave que resalta Montaña Segura es no sobrevalorar las condiciones físicas, habilidad y experiencia. No solo se trata de elegir una ruta adecuada a su nivel para evitar que surjan problemas por la fatiga, Marta Ferrer incide en que el objetivo debe ser el disfrute de todos y todas participantes, adecuando la marcha a la velocidad de la persona más lenta y sin dejar nunca a alguien solo.
Finalmente, la quinta clave se refiere a llevar y saber utilizar el material técnico necesario para el recorrido. Según el caso incluirá arneses, cuerdas, descensores… Entre los elementos imprescindibles están el traje de neopreno completo de 5 mm, el casco homologado y en especial, Montaña Segura recalca la importancia de una bota con buena adherencia y sujeción para evitar lesiones.
Preparados por si hay un accidente
Estas cinco reglas ayudan a evitar muchos accidentes, pero la campaña Montaña Segura también recalca que el riesgo cero no existe y es esencial actuar siempre con precaución y estar preparado para cualquier percance. Así, el primer paso es avisar a una persona de confianza o en el alojamiento contratado del recorrido y horario previstos, para que pueda alertar a los equipos de rescate en caso de necesidad. Para ayudar a dejar toda la información necesaria en la web de Montaña Segura se puede descargar una ficha de declaración de intenciones. Como segundo elemento, en equipo no debe faltar un bidón estanco con agua y comida, botiquín, un croquis del barranco que señale los escapes y un móvil cargado.