Como siempre en estas fechas, la liga ASOBAL se toma un descanso porque juega nuestra selección nacional masculina un europeo o un mundial. En este año, toca mundial y es el mundial ‘bueno’. ¿Por qué lo de ‘bueno? Lo explico. Este mundial, a diferencia del que se jugó hace dos años en Francia, da plazas clasificatorias para la Olimpiada de Japón 2020, es decir, el campeón va directamente a las Olimpiadas y luego hay 6 plazas más para jugar el Torneo de Calificación Olímpica, el conocido Preolímpico. En el otro, en el del 2017 en Francia, ‘solo’ estaba en juego el título de Campeón del Mundo.
En este Mundial todas las selecciones están en su mejor momento y con sus mejores jugadores ya que en el anterior se aprovecha para dar regeneración al equipo nacional y, si hiciera falta, dar descanso a aquellos jugadores que están más saturados de partidos. Todo esto es teoría pura y dura, porque cuando alguien se pone una camiseta representando a su país y a su balonmano, lo que quiere es conseguir lo máximo que permita el grupo y la competición ya que son ganadores natos.
España hizo esa regeneración en el último europeo disputado en Croacia en el año que acabamos de dejar y lo hizo con la llegada de Jordi Ribera al banquillo en sustitución de Manolo Cadenas y con jugadores como Daniel Dujshebaev y Adrián Figueras. El resultado fue muy positivo: CAMPEONES DE EUROPA. Decir esto es decir ser la mejor selección del mundo porque en Europa están las mejores competiciones, gran parte de los mejores jugadores y las mejores selecciones. Por todo ello, España es una de las favoritas a volver a estar entre los puestos de honor de la competición.
En el camino para llegar a cumplir los objetivos marcados se va a encontrar con grandes selecciones que lo harán muy difícil. No se puede decir que hay que temer a un equipo nada más, porque tradicionalmente siempre aparecen unos y otros que vienen de hacer años anteriores una gran competición, en la siguiente bajan. Pero siempre, en ese camino van a estar alguna selección nórdica, Suecia, Dinamarca o Noruega, alguna centroeuropea como Alemania y Croacia y cómo no, Francia. Fuera de nuestro continente hay buenas selecciones, pero no con el nivel de las que he nombrado.
Nuestra selección tiene una gran oportunidad de seguir haciendo historia porque reúne a un gran plantel, es una competición que ya ha ganado dos veces y sabe cómo hacerlo. No lo va a tener fácil porque en este tipo de competición un gol te puede dejar fuera de luchar por medallas y ese gol puede ser en cualquiera de las distintas fases. El optimismo que tenemos con ella es grande pero nuestro deporte es muy impredecible y lo es por la gran igualdad que existe entre todas las selecciones. Me gustaría seguir disfrutando del balonmano que hizo nuestra selección en el último europeo que quedó campeón y tras el Mundial, seguir diciendo que nuestro balonmano es el mejor de Europa y del Mundo.