El guardameta de la SD Huesca cuajó una gran actuación en el Heliodoro Rodríguez López, incluso salvando a los suyos de algún que otro tanto en los minutos finales
Valiente y decidido en las salidas, cargado de reflejos bajo palos y seguro en las alturas. De nuevo, Sergio Herrera, el meta burgalés de la SD Huesca, volvió a completar un partido de 10 (uno más esta temporada) salvando a su equipo en varios momentos del encuentro y desbaratando los ataques tinerfeños con salidas que, en ocasiones, llegaban hasta el mediocampo. En el gol local, Herrera no pudo hacer nada.
Una parada descomunal a un lanzamiento de un Suso que había vuelto loco a Íñigo López fue su momento estelar a mediados de la segunda parte. El delantero canario, con 1-0, se quedó solo delante de Herrera pero este con una gran salida yendo abajo mantuvo a los oscenses con vida. Además, detuvo con seguridad otros lanzamientos peligrosos tanto desde dentro como desde fuera del área que amenazaban con romper el partido.
Durante el resto del partido, el meta oscense se prolongó hasta casi el medio campo para abortar las contras y los pases largos a la espalda de la defensa. Un auténtico seguro de vida para la zaga azulgrana.