Desde que abandonó el fútbol profesional en 2012, el Nàstic no lo ha tenido fácil. El gol de Nuha en Llagostera le privó de volver a su hábitat natural tras dos años de destierro. Un mazazo tremendo. Y no fue el único. Hubiera sido campeón ya entonces sin el portero Tomeu Nadal en el once de partida contra el Atlético Baleares. La denuncia de este último, consciente de la situación del portero sub 25, fue respaldada por el Comité de Competición. Los tres puntos y el campeonato de liga se esfumaron.
La cuarta posición final obligaba a una gesta en el play-off, tras ganar los 10 últimos partidos de liga. Demasiados milagros. Esa es la rutina que tuvo el Nàstic desde su retorno a la categoría de bronce. No hacía los deberes en la primera vuelta y le tocaba ganar y rezar en la segunda. Kiko Ramírez y Santi Castillejo lideraron proyectos ilusionantes y Javi Salamero y Vicente Moreno llegaron para apagar fuegos poco después.
“El Nàstic siempre ha tenido grandes jugadores, pero no siempre ha jugado como un equipo”
Jugadores del Nástic celebrando el campeonato | Foto: Jordi Mestres
La grandeza que envuelve al club de Tarragona es un estímulo cuando se gana y una condena en la derrota. En consecuencia, el mérito de Moreno, con una única temporada en un banquillo como experiencia, es enorme. El Nàstic siempre ha tenido grandes jugadores, pero no siempre ha jugado como un equipo. Ahora sí. Puede presumir de ser el máximo goleador y el menos goleado del grupo 3. El más victorioso y menos batido. El campeón, el mejor de todos.
“No es un equipo espectacular, pero sí muy solvente”
Indiscutiblemente, es más fuerte que el equipo que se quedó a las puertas del ascenso la temporada pasada y mucho más fiable que cualquiera de las anteriores. Lejos de venirse abajo, las desgracias de la anterior campaña han agigantado sus virtudes. No es un equipo espectacular, pero sí muy solvente. De sus 21 victorias en liga, 11 han sido por la mínima. Hace lo justo para ganar y no arriesga más de lo necesario. Tiene pundonor y eso engancha a su gente.
Afición del Nástic en su Estadio | Foto: Jordi MestresLa conocida marea grana es la afición más numerosa de todo el grupo 3. En algunas jornadas, han asistido más espectadores en Tarragona que en el resto de partidos. Valórenlo con perspectiva, por favor. Catalunya tiene un ‘problema’ y es el Barcelona. Tener a un gigante tan cerca resta asistencia a los equipos que conviven con él. Sea a 5 o 100 kilómetros de distancia. En el Nou Estadi suelen gritar: ¡Visca el Nàstic i visca Tarragona! Lo llevan muy adentro. Tanto, que a efectos numéricos esta temporada solo en el Camp Nou y en el Power8 se han visto mejores entradas que en el coliseo grana.
“Rayco, recién llegado del Alcoyano, ha dado vida al equipo con sus 14 goles”
Lugar donde por cierto no pierde el Nàstic desde el 24 de agosto de 2014. El Sant Andreu, ya descendido, ganó el primer partido en casa de los grana. Ha llovido bastante desde entonces. Rayco, recién llegado del Alcoyano, ha dado vida al equipo con sus 14 goles. Muchos de ellos favorecidos por el ‘boya’ del equipo. Marcos De La Espada, sancionado en los últimos partidos de liga, vuelve para el play-off. Vicente Moreno lo agradecerá. No en vano, es el segundo capitán y referencia ofensiva del equipo. Solo Xisco Campos, uno de esos jugadores que sienten los colores, le supera.
“David Rocha es el motor del equipo”
Pablo Mari celebrando un gol con el Nástic esta temporada | Foto: Jordi Mestres
El capitán balear del Nàstic, polivalente como pocos, es el caudillo de una zaga con nombres contrastados como Pablo Marí o Manolo Martínez. En la medular, el motor del equipo, sin lugar a dudas, es David Rocha. Centrocampista con llegada – 7 goles este curso – y visión privilegiada para asistir a los puntas o los volantes, como Lago Jr, Jean Luc, Luismi o Ferran Giner. Tiene fondo de armario el Nàstic, como es habitual. Dispone de mentalidad ganadora, lo que no es tan común.
Cuando ha olvidado ese curso 2006-2007 en Primera División ha vuelto por sus fueros. Sin embargo, la inversión de los últimos años, grande, ingente, obliga a volver cuanto antes al futbol profesional. Jugadores y cuerpo técnico se mantienen al margen. O lo intentan. Saben lo que quieren y cómo lograrlo. Y es que el poder de los pies reside en la cabeza.
*Artículo para SPORTHUESCA.com de Jordi Mestres (@jordimestres7) – Futbolcatalunya.com
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