El pasado sábado, el Nàstic de Tarragona ganó al Lugo (2-3) y demostró que, a pesar de estar último en la tabla, es un equipo que plantará cara al Huesca de Anquela.
El Gimnàstic de Tarragona ocupa actualmente la última posición en la clasificación de la Liga 1|2|3 con 21 puntos. El balance general de esta temporada hasta el momento no es nada positivo. Únicamente ha ganado cuatro veces en las veintidós jornadas disputadas. Ha empatado en nueve ocasiones, las mismas que ha perdido. Sus resultados fuera de casa se resumen en derrotas. Pese a ello, ha conseguido más de la mitad de sus puntos en su estadio, el Nou Estadi.
Con estos precedentes, los de Juan Merino jugaron a domicilio contra uno de los equipos más consistentes de la competición: el Lugo. El mencionado encuentro proporcionó una victoria muy necesaria para los de Juan Merino, que no conseguían los tres puntos desde la décimo sexta jornada cuando vencieron por 1 a 0 al Cádiz. En consecuencia, la imponente victoria ante el Lugo supuso el despertar de un Nàstic que ha empezado en mejor forma esta segunda vuelta.
El partido contra el Lugo se saldó con un hat-trick de los hermanos Emaná en favor del Nàstic. El Lugo no consiguió plantar cara a un equipo que parece haber resurgido de sus cenizas. Así lo demuestran sus números en esta segunda vuelta, ya que no ha perdido ninguno de sus encuentros en esta fase de la temporada. El nuevo año ha traído energía renovada a los de Tarragona, y este es el camino que deben seguir para salir del pozo del descenso.
En conclusión, la SD Huesca se enfrentará el próximo sábado contra un Nàstic que poco a poco empieza a reencontrarse con las buenas sensaciones. Sin lugar a duda, los azulgranas deberán plantear un partido con una estructura táctica contundente y que favorezca a la movilidad del balón, y así presionar en el campo contrario. En definitiva, los de Anquela deberán reencontrarse con su mejor versión para disputar el encuentro a un renacido Nàstic.