Amath sentencia a Julio Velázquez y a un Real Zaragoza cadavérico que no compareció en Valladolid. El conjunto aragonés trabaja desde ya en un nuevo escenario, con otro integrante en el banquillo de La Romareda, después de otra actuación indigna que coloca a los blanquillos de lleno en la pelea por la salvación.
Edgar Badía (3): No pudo hacer nada en el primer gol, pero desprotegió su palo en el segundo y lo acabó pagando caro.
Fran Gámez (1): Le tocó bailar con Amath, el hombre más incisivo de los vallisoletanos y sufrió lo indecible. Midió muy mal todo balón aéreo y en el gol local la falta de intensidad le retrató. Partido dolorosísimo del valenciano tras todo lo relacionado con su renovación.
Lluís López (1): El Real Zaragoza se desangró por ese perfil derecho y el catalán fue un cómplice más en el show de Amath. La blandura general se apoderó de él y ni siquiera entre cuatro taponaron el disparo que consumaría la derrota. Cada contacto con el balón fue un castigo.
Jair Amador (2): Entró de inicio tras un largo tiempo de castigo en el banquillo, pero el Real Valladolid volvió a demostrar que su nivel actual es anticompetitivo. Sufrió por arriba, por abajo, con el balón, sin él, a campo abierto… un drama que coronó con una tarjeta amarilla en la primera parte.
Alejandro Francés (3): Amath, con poco, le hizo un traje en el segundo gol y ensució un partido que ya de por sí era mediocre. Al margen, Velázquez sigue condicionándolo desde el principio alineándolo en el lateral izquierdo teniendo a Lecoeuche en el banquillo.
Lucas Terrer (5): Velázquez le tendió una emboscada al chaval ante la ineptitud de los teóricos actores principales. Jugó en banda derecha, fuera de posición, en un puesto que le exigió mucho sin balón y poco con él, básicamente porque el Real Zaragoza renuncia a la tenencia del mismo. Aún así, generó a través de una conducción en la que dejó atrás a varios rivales la mejor situación de los blanquillos.
Toni Moya (3): Llevó la batuta del Real Zaragoza durante todo el partido y fue el que más riesgos tomó con el balón, pero pese a ello nunca estuvo cerca de encontrar la clave y acabó perdiendo peso.
Jaume Grau (2): Reemplazó a Marc Aguado en el once, pero perdió por mucho el duelo individual con Iván Sánchez, que lo mareó una y otra vez. Le faltó tino, calma a la hora de robar y se precipitó en exceso.
Germán Valera (4): Fue el jugador más constante del Real Zaragoza y lo intentó de muchas maneras, en conducción, en estático, al espacio, pero nada le salió. No hay demasiado que reprocharle en cuestión de actitud, cosa que de otros no se puede decir.
Maikel Mesa (2): Estuvo lentísimo durante todo el encuentro general y esa falta de punta de velocidad le jugó una mala pasada en una buena situación cerca del área. Se dejó caer por la zona de máquinas, pero firmó un partido malo, en la línea de los últimos.
Iván Azón (2): Siempre trazó carreras muy alejadas del área, fuera de su zona de influencia y pasó demasiado tiempo enfrascado en peleas inútiles. Desapercibido completamente.
También jugaron:
Quentin Lecoeuche (2): A las primeras de cambio se ganó una merecida amarilla, en lo que fue su jugada más destacada del partido.
Sergi Enrich (2): Lo único que hizo fue pedir una mano suya en el área.
Marc Aguado (SC)
Pau Sans (SC)
Entrenador:
Julio Velázquez (0): La realidad le llevó a alinear un once lleno de parches, pero se la jugó con Francés de lateral izquierdo, Lucas Terrer de extremo derecho y Maikel Mesa en la doble punta. Su Real Zaragoza está tan acabado como su discurso, insulso e increíble a partes iguales, y todo indica que su etapa en la capital del Ebro terminará aquí.