La eliminación copera no es un drama. No seguir en el torneo del ko ahorra desgaste en este conflictivo mes para el cuerpo técnico. Mientras se aclara la situación de varios jugadores de la plantilla azulgrana, el haber jugado todos los miércoles de enero sólo ponía en riesgo la condición física de alguno de los verdaderamente importantes para Michel. La Copa para los equipos de Segunda sigue siendo una competición cuyo atractivo es muy relativo. El acabar jugando con un no europeo de Primera no acarrea un premio tan jugoso como para arriesgar y pelear con tu máximo potencial.
Por hablar más en concreto del caso del Huesca, cuarto en liga, a tres puntos del ascenso directo: entre medirse a un Eibar o Getafe el siguiente miércoles, o hacerlo siempre cada domingo porque eres uno de ellos, no cabe el debate. Sé que podrían haber dado ambas circunstancias, pero también es cierto que el fondo de armario azulgrana no está a la altura de las circunstancias en estos momentos. Los partidos de Laredo y León han cargado razones a un Míchel que pide los refuerzos abiertamente en público.
Y tras lo de este sábado, no es el fondo, sino las formas: el mero hecho de estar peleando por subir a la máxima categoría debe eclipsar cualquier otro esfuerzo. Por repercusión, por economía y por juego, la Primera División lo es todo en el fútbol y, por ello, el Huesca no debe desviarse un metro de ese objetivo. Sin embargo, las sensaciones dadas tanto en los dos partidos coperos como en el último tramo de liga, a excepción del derbi, ha hecho encender ciertos avisos que han de ser corregidos con urgencia para que el daño en forma de puntos con la cabeza no sea mayor.
Caer en Copa no es un drama, pero sí lo será no apuntalar la plantilla para paliar las ostensibles carencias actuales y ofrecer una mayor jerarquía colectiva sobre el terreno de juego. Hay que evitar los reveses finales que últimamente golpean al equipo y saber sobreponerse a marcadores adversos. El gran premio final bien vale el esfuerzo de todos los estamentos del club. Ojalá sea con acierto.