La tercera llegó para Casademont Zaragoza. Los de Porfirio Fisac consiguieron una victoria de vital importancia ante Covirán Granada en un choque de altibajos zaragozanos. El desacierto rival fue fundamental para asegurarase la victoria en el Príncipe Felipe.
El inicio para Casademont Zaragoza fue uno de los peores de la temporada. Covirán Granada ponía en apenas 3 minutos un parcial de 0-10, que auguraba un día negro para los chicos de Fisac. En este parcial, un mate de escándalo de Felicio provocó la lesión del jugador del conjunto granadino, quien no pudo volver a incorporarse al encuentro. En los primeros 5 minutos, los rojillos firmaron un fatídico 1 de 6 en tiros de dos y un 0 de 4 en triples, quedando vigente, nuevamente, la falta de talento anotador.
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Una rápida reacción le bastó a Casademont Zaragoza para meterse de lleno en el partido. Un gran momento anotador de Jessup, una mayor fluidez en el juego y una subida en la intensidad, permitía acercarse a los de Fisac a tan solo 2 puntos en el electrónico a falta de 2 minutos para el final del primer parcial. Un gran dominio en el rebote ofensivo, pero un pésimo acierto en tiros, equilibraba la balanza para los maños. Pese a todo, el encuentro se marchaba 12-15 al segundo cuarto.
Este segundo parcial dio continuidad a la dinámica del primer cuarto. Ambos equipos sumaron parciales realmente negativos en ataque. Sin embargo, apareció Yusta, con carácter, agresividad y verticalidad al aro para acercar a los maños a un punto. Despistes defensivos, malas rotaciones y la escasa continuidad ofensiva mermó el cuarto de los rojillos. A falta de tres minutos, Granada ponía el 23-30 sin firmar un juego brillante. Más bien, por un demérito de los de Fisac. La entrada de los de Pablo Pin en bonus catapultó a Casademont a una menor distancia, “rascando” faltas en varios de los ataques rojillos. El partido se marchaba 29-30 al descanso, un marcador bastante favorable para los locales, puesto que la puesta en escena fue una de las peores ofrecidas en este inicio de campaña.
El tercer parcial comenzó con un gran momento de los zaragozanos. Un mate de Hlinason, junto con un robo de Sant-Roos y el posterior contrataque con Dino, colocaban la primera ventaja del partido (34-30). La distancia siguió alargándose. Un inexorable Yusta metió un triple fundamental para la moral del equipo. Hlinason se sumó a la fiesta con un palmeo y con una gran dominancia en el rebote. Otra canasta de Yusta ponía el electrónico faborable para los de Fisac. En el ecuador del cuarto, los maños mandaban con un 41-34. Wright ensanchaba la distancia con un triple, pero Granada no quiso ceder; Costa y Tomás anotaron dos triples seguidos para recortar a tres el marcador. Las sensaciones eran buenas, pero faltaba esa “chispa” de intensidad defensiva para romper el encuentro.
Yusta continuó siendo vertical al aro, consagrándose como el líder anotador y liderando al conjunto maño a una distancia favorable. El encuentro se marchaba al último cuarto 50-43.
#GameDay Cuarto cuarto | 10.00 min
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Este último cuarto estaría lleno de emociones en el Príncipe Felipe. Casademont Zaragoza conseguía rozar la victoria tras un fantástico primer tramo de cuarto. Un triple de Simanic y otro de Jessup levantaban al pabellón, colocando el 59-48 y soñando con la victoria. Covirán Granada estaba alienado, fuera de sí, los maños aprovecharon el bajón moral de los andaluces para meterse el partido en el bolsillo. Los de Pablo Pin sufrieron una sequía anotadora en este cuarto, con únicamente 5 puntos en los 6 primeros minutos. Los chicos de Fisac lograron una excelente circulación de balón, sumándose, además, una mejoría en el acierto en los tiros de campo. En este tramo se logró la máxima: 65-48.
Yusta, quién fue sin duda el MVP del partido, sentenció con un triple de auténtico carácter. Su compañero Jessup ponía la guinda del pastel con un triple que llenó de luz la esperanza de la Marea Roja en que las buenas sensaciones y la senda de la victoria es posible. El encuentro finalizó 73-56.
73-57… para el basket average…
La charla del descanso ha sido aleccionadora…
Avanti, Fisac!