HUESCA | La victoria del Bada Huesca en Santander contra el Sinfín provoca un cambio de objetivo en Nolasco cuando restan siete jornadas para acabar esta ASOBAL. Ahora se mira hacia arriba. Y por eso el partido del domingo contra León cobra especial relevancia. Los de Manolo Cadenas son sextos, con cuatro puntos más que los del técnico ilicitano. Por tanto, toca laminar esa diferencia. Si hasta ahora la consigna era “quien está abajo tiene que seguir abajo”, ahora la consigna es “ir a por los de arriba”.
Los dos puntos capturados en La Albricia dejan en un imposible los puestos de descenso, la plaza para jugar por la permanencia (casi) también, por lo que el reto es escalar posiciones. Como nadie dijo que esto iba a ser fácil, el Boda Huesca encara la recta final del campeonato con problemas. Hackbarth anda muy justito de fondo. No es de extrañar. Jugó con molestias en un tobillo contra el Sinfín y se tuvo que retirar del encuentro tras ser placado por Pla en el minuto 52 que le costço la roja al jugador del equipo cántabro.
El cuerpo técnico del Bada va a meter al extremo zurdo entre algodones. El sábado entrenará y el técnico afirma que “el domingo estará”. Al menos recupera para el partido contra León a Gerard Carmona. El extremo catalán se ha perdido las últimas jornadas por lesión y tras la resonancia tiene el visto bueno para volver sobre el parquet. Es casi seguro que tendrá minutos. En ese puesto, el canterano Fran Rubio no ha podido aportar al sufrir una rotura parcial del ligamento de rodilla.
El problema para el Bada Huesca es Mosquera. El lateral derecho salió muy trastabillado en una jugada de ataque contra Sinfín. Lo placaron dos defensores del siete cántabro y el resultado es un esguince en la clavícula. Se descarta, al menos, una lesión ósea o una luxación. El técnico descarta su presencia en el encuentro del domingo donde tampoco estará Ian Moya, por un tema personal, por lo que Adrià Pérez seguirá incombustible de lado a lado sobre el 40×20.
Nolasco es tajante cuando se le pregunta si el equipo acusa el desgaste físico. Lo rechaza de plano. Hoy, no ha habido entrenamiento y el resto de jornadas previas al partido del domingo serán más de descanso activo que de forzar la máquina. “Ahora estamos con la inercia de lo hecho con anterioridad. Se trata de saber de balonmano más que de entrenar balonmano”, ajusta Nolasco.