HUESCA | La profesionalización de la ASOBAL para crecer en el espectáculo e incrementar los ingresos se puede llevar por delante al primer equipo del BM Huesca. El presidente de la entidad, Pachi Giné, ha sido claro a este respecto. Siempre vehemente, el horizonte próximo que ha trazado es obscuro. Las exigencias implican presupuestos cada vez más altos a los que son difíciles de llegar. Y no solo eso. También, por ejemplo, un mínimo de socios que en el caso de Huesca se antojan imposibles. Tener una base de 3.000 carnets en la capital altoaragonesa adheridos al equipo ASOBAL suena a quimera. Y esa profesionalización implica, por ejemplo, el uso de leds para iluminar una pista -azul- que tiene un coste por partido de 2.000 euros. Y esto ya pasa factura.
El diseño de la ASOBAL que llega ya esta temporada cada vez tiene más cara de lo que le ocurrió al CB Peñas con la ACB y que acabó con su presencia en la elite del baloncesto español. Y como si fuera una maldición, el pasado llama a la puerta. Uno de los muñidores de esta nueva ASOBAL tiene pasado en el mundo de la canasta. Por eso no es de extrañar la alerta lanzada por Pachi Giné y el aviso a navegantes. Defiende el presidente de la entidad que si este año va a ser difícil, los dos próximos lo serán más y el retorno de la inversión se prevé para dentro de tres temporadas. Por eso, hay que llegar a ese tercer año, aunque sea boqueando.
Y la pena es que todo esto se junta cuando el BM Huesca se lanza a una campaña histórica. El sueño de un grupo de amigos consolidó a un equipo en la elite del balonmano español. Avanza a su temporada número 13 en la ASOBAL y, siempre con una característica común: uno de los presupuestos más bajos de la categoría. Y no por el aprobado esta tarde; se puede decir que siempre ha sido así. Pachi Giné lo ha recordado. “De los 16 equipos solemos ser el presupuesto número 13 o 14. Sin embargo, los resultados deportivos siempre han estado por encima”, dijo.
Para la próxima temporada, el BM Huesca maneja un presupuesto cifra similar al de la pasada campaña. Si la 22/23 fue de 828.000 euros, el de la 23/24 se estima en 825.000 en números redondos. Y aplicada la inflación es sensiblemente menor. Además, no se parte de cero. El pasado año arrojó un déficit ligeramente superior a los 8.000 euros y se arrastra una importante cantidad debido a la Covid-19. En total, el monto es de unos 45.000 euros. El presupuesto se hace con el objetivo de cumplirlo, por lógica, y la inseguridad de que esos 825.000 euros no serán los definitivos por las exigencias de la ASOBAL. Esta temporada, a la incertidumbre deportiva -el Bada Huesca peleará por la permanencia– se sumará la económica. Y es que las cuentas serán auditadas y quien no cumpla descenderá con independencia de lo que logre sobre el 40×20.
Para enderezar el rumbo, la directiva espera contar con el respaldo de la masa social, se reserva una jornada como Día de ayuda al club y suspira, especialmente, porque alguna empresa dé un paso al frente y se convierta en un sólido patrocinador que acompañe a los que ya lo son. En este aspecto, Pachi Giné no escondió cierto malestar con el apoyo que se da al balonmano de Zaragoza desde una empresa altoaragonesa.