Nunca venceremos al Madrid, ha quedado claro. Pulido y Gastón Silva nos han bajado a la tierra. Soñábamos con vencer hoy, hemos estado cerca y dos palos junto a un cabezazo de Mir nos han hecho creerlo. Pero la diferencia de calidad es enorme. Y hoy nuestro capitán, dos Jorge Pulido, no ha tenido su día.
Yo quiero desde este artículo apoyarle, decirle que estoy con él, y aún así, reconocer que hoy ha quedado retratado. El Madrid, a balón parado, le ha atropellado. Y contra él, a todos nosotros. El Huesca de Pacheta es serio atrás, y contra un poco de suerte, esos dos balones al palo de hoy otro día irán dentro y nuestra alegría será enorme.
No olvidemos que delante estaba una versión menor, sí, pero del mejor equipo del mundo. Seguimos vivos y ante el Sevilla no valen excusas: hay que ganar. Tenemos en Galán un puñal, en Seoane un seguro y en Mir una promesa. Seguimos andando por el alambre y la salvación está lejos. Pero Pacheta nos ha devuelto la ilusión.
Estamos a 4 de la permanencia. Aún se puede. Sí se puede. Momento de no reblar.