Samuel Obeng es el delantero que necesitaba el Huesca. En 77 minutos demostró sobre el terreno de juego de El Alcoraz que es diferente a todos los puntas que han vestido la elástica azulgrana esta temporada y se metió al público en el bolsillo. Sus carreras, saltos, controles y ocasiones despertaron la admiración del respetable, pero el estadio casi se cae con su golazo de chilena. En la primera parte había olfateado una acción similar, pero en la segunda parte no perdonó y Obeng remató de forma acrobática un baló que valía tres puntos. “No se puede pedir más. Ha sido un debut soñado y meter un gol para dar los tres puntos“, explicaba con una sonrisa de oreja a oreja el delantero.
Ziganda desveló en sala de prensa como se fraguó su fichaje. El representante del delantero llamó al entrenador para explicarle que el punta iba a salir cedido y el técnico le explicó al club que había que reforzarse con Obeng. El preparador navarro lo formó durante dos años y medio y el futbolista quiere a Ziganda como el técnico que lo ha situado en el fútbol profesional: “Lo dije en mi presentación. Es un entrenador importante para mí en mi desarrollo en el Oviedo. Que me transmita esa confianza es importante para mí y se lo agradezco mucho. He venido para lo que me pide el míster y como jugador lo que puedo dar es eso, con trabajo llega el gol.”
Obeng solo había entrenado cuatro días junto al resto del equipo, pero Ziganda conoce lo que puede aportar al Huesca. El técnico no dudó y desde el primer día lo puso en el once titular. El delantero se complmentó bien tanto con Carrillo como con Joaquín cuando el malagueño jugó en punta. Dos versiones diferentes que hicieron crecer al Huesca en ataque. El jugador fue sustituido con una ovación al unísono de todo el estadio y el futbolista parece haber encontrado su nueva casa: “Me ha encantado El Alcoraz, nos ha apoyado la gente hasta el final. Cuando me han cambiado se me ha puesto la piel de gallina y estoy muy contento.”
Sus goles de chilena
Obeng entró por la puerta grande a El Alcoraz con un gran remate de chilena. Hace un año se lo hizo al Huesca en contra en el Carlos Tartiere en un remate que es marca de la casa. El delantero de Ghana tiene recursos de sobra y el público pudo comenzar a degustarlo ante el Mirandés. Es su gol 16 como profesional en Segunda División, quince de ellos con Ziganda como entrenador. Padre e hijo futbolísitcos van de la mano y sus éxitos beneficiarán al equipo oscense, que necesitaba alegrías.