Oier ya tiene el alta médica tras su lesión en el cuádriceps y después de ejercitarse sobre la pista apura los plazos para estar cuanto antes a las órdenes de Nolasco. Eso sí, no forzará la reaparición. Mejor prevenir. Además, el rival del sábado no es precisamente cómodo. A decir verdad no lo es ninguno de esta Asobal. Pero está claro que Logroño es mucho Logroño. Sigue cuajado de jugadores experimentados, con poderío y que imprimen un alto ritmo durante los 60 minutos del partido.
El extremo vasco es esta temporada jugador patrocinado por carnicería Miguel Escuer. Y esta mañana ha compartido con el entrenador Nolasco el protagonismo del equipo antes de la cita de este sábado -20.30 en el Palacio- en uno de esos choques eléctricos y de buen balonmano de la temporada. Una de esas citas donde la afición vibra. Además, habrá riojanos en la grada para apoyar a su equipo y en el balonmano ‘quedadas’ como esta son sinónimo de fiesta.
El siete de Logroño mantiene el marchamo que ‘Jota’ imprime a sus equipos. Él ya no está. Ahora es el jefe del banquillo del PSG. Pero su estela permanece en quien fuera jugador y su segundo, Miguel Ángel Velasco. Sólidos en defensa y rápidos en ataque tiene dos añadidos: el primero es que es un equipo contra el que el error penaliza casi seguro y cuando abren una diferencia de 3/4 goles mantienen el ritmo para llegar a una de 7/8 de seguridad y evitar sustos en el tramo final del partido.
Sus parámetros de juego son similares a los de un Bada Huesca que mantiene una solidez defensiva que le permite correr. Allí los extremos, gozan. Y con ese ritmo, Oier no esconde que quiere entrar en esa dinámica de juego cuanto antes, aunque con precaución. “Para jugar el sábado, complicado”, y pronto matiza que si Nolasco lo considera “allí estaré para lo que me necesite”. La competencia en el puesto es clara. Adrià Pérez mantiene un alto nivel de juego. El vasco lo reconoce y lo aplaude. Deja claro que la competencia “es buena y es un reto. Esto te obliga a trabajar más en los entrenamientos. Siempre es positivo”.
Bada Huesca llega a la cita encaramado en la parte noble de la tabla. En la cuarta posición donde Logroño es tercero por lo que el partido del sábado se viste de etiqueta. La victoria contra Guadalajara, pero más que por el resultado por la forma en la que se produjo en una pista “en la que las dos últimas temporadas nos habían dado un tute interesante”, subrayó el extremo vasco, les ha puesto el depósito de confianza a tope. Por eso, ganar allí y hacerlo con una propuesta de balonmano de muchos quilates abre la puerta a la esperanza, si bien queda todo un mundo por jugar.
“La Liga está muy reñida. Va a ser difícil ganar fuera y por eso en casa tenemos que amarrar todos los partidos. Y si queremos estar arriba hay que ganar a Logroño”, mantiene el extremo. La pasada campaña se estuvo cerca. En el pabellón franjirrojo se empató y en el Palacio de los Deportes se perdió en el último segundo dejando el sello de un buen balonmano, recordó el técnico del Bada Huesca, quien indicó que el siete riojano es “un referente de la Asobal por presupuesto, tradición y por lo que representa. Va a ser un rival complicado y difícil”.