El Proa Construye rompe el pronóstico y se hace con la final de la Primera Aragonesa. El equipo altoaragonés derrotó por un ajustado 50-52 al Olivar de Zaragoza. Así vivió Antonio Luna el partido y lo que supone la victoria.
Una de mis películas favoritas es La leyenda del indomable. ¿Quién no recuerda a Paul Newman engullendo 50 huevos duros? Una película que además de la rebeldía trata del compañerismo. Y un mucho de indomables tienen estas chicas , de otro modo sería imposible explicar lo que sucedió este fin de semana.
Si en la semifinal se nos paró el corazón en el último segundo de la prórroga para ver cómo los árbitros daban válida la canasta de Ana, la final contra Olivar, no iba a dejarnos exentos de emociones. Primero hay que poner en valor al equipo zaragozano. Las de Olivar han dominado la categoría todo el año con solvencia. Han sido las mejores en liga regular de calle. Un equipo con capacidad para anotar, correr, hacer un baloncesto ágil. Felicitar su gran año. De esta saldrán más fuertes.
La final era en su pista, en ese pabellón que parecía una sauna, con mucha gente en las gradas animando lo que presumiblemente iba a ser una fiesta de las zaragozanas. Nosotras éramos las invitadas. Al autobús de Proa no se subieron solas las chicas. En El Día de la Madre se sumaron las de las jugadoras ( y alguna supersenior) ¡Qué bonita foto la del final del partido juntas! Yo no sé qué regalo les hicieron las chicas a sus madres, pero sí sé, porque vi sus caras, que al acabar el partido las hicieron felices. Éramos felices. Muy felices. Todo un año de trabajo vale la pena por ser tan felices ese ratito. ¡Vaya si lo vale!
Comenzaron las zaragozanas lanzadas. 12-2 en un abrir y cerrar de ojos. El guión más lógico se cumplía. Era como ver venir la tormenta.Proa estaba desdibujado en defensa. No ajustaban bien los pares. Nos corrían siempre. La solución fue meter en pista un equipo más pequeño, algo que el sábado nos había ido muy bien. Y así entraban en pista Gabri, Isa y la capi Patricia. Y para Proa la tormenta amainó. Culpa para que el cuarto terminase con un 19-13, además del trabajo de las tres pequeñas, fue el espíritu, y la calidad de la joven Sara y del acierto desde la línea de tres de Cristina.
En el comienzo del segundo cuarto Proa mantuvo sin anotar a las zaragozanas más de tres minutos. Eso nos acabó metiendo en el partido. Un partido que ese segundo cuarto iba a ser de tandas de golpes entre dos púgiles. Luego eran las zaragozanas las que hacían un 7-0 a su favor para que Ana con dos tiros libres y triple sobre la bocina golpease la moral local y dejase a una grada en silencio. La película que habían venido a ver no era la que tenían ante sus ojos.26-25 al descanso
Proa sabía una cosa y a ella se iban a agarrar, el factor responsabilidad, el jugar ante los suyos, el saberse muy favoritas podía pasar factura a las mañas. Y las oscenses, estas chicas maravillosas, si algo tienen es gen ganador. Ya vencieron el año anterior sin ser primeras en liga regular y podían repetirlo este año. A un partido sabían que podía pasar cualquier cosa.
El comienzo del tercer cuarto iba a ser clave. Proa arriesgó y puso una zona 3-2 en pista. Una zona que nunca habían puesto en un partido de competición. En punta una chica grande como Sara para cerrar penetraciones. Y en un lado de la pista Ana e Isa que iban a hacer un 2×1 siempre que el balón llegase a la esquina. Ana es la competitividad hecha jugadora y poner a Isabel en la línea de fondo, a pesar de ser una jugadora pequeña, es una garantía puesto que es tan dura como lista. Para cerrar el aro,como candado, Yaiza y las inversiones de balón eran cosa de ese correcaminos que es Cris. Y Olivar se atascó. Y el trabajo para Proa dio sus frutos. Y las oscenses pasaron a dominar el marcador. Y ya no sembraban la incertidumbre sino la posibilidad cierta de que el triunfo viajase a Huesca. Y volvieron a pista Andrea y Alicia y Patri y siguieron currando. Vaya si lo hicieron. Trabajaron como si la felicidad les fuese en ello. Y entró a manejar el partido Gabriela, una junior que tiene carita de no romper un plato, pero que te hace un descosido si le das un metro. Y en eso anduvo Gabri.
34-40 para entrar en los diez minutos finales. Y no iban a ser fáciles. Era imposible que lo fuesen. A los dos equipos les costaba anotar. El cansancio, la tensión, todo hacía el aro más pequeño. Las de Olivar con dos triples de Viñas iban poner el partido en un pañuelo. Pero Ana iba a contestarlos manteniendo con 2 puntos arriba a Proa a falta de un minuto. Si Viñas acertaba desde lejos iba a fallar sus dos tiros libres y la que no iba a perdonar desde la línea era Cristina.
Enorme la felicidad. Enorme el trabajo de todas las chicas. Enorme la satisfacción. El año ha sido durísimo. Llegar a la final era un éxito ganarla… difícil de definir con palabras. Indomables, estas chicas son indomables.Gracias Ali. Gracias Isa. Gracias Sara. Gracias Cris. Gracias Patri. Gracias Gabri. Gracias Ana. Gracias Andrea. Gracias Yaiza. Gracias, muchas gracias. Ese club, el Club Baloncesto Femenino Huesca, ese reducto del baloncesto femenino en la ciudad del norte ha vuelto a poner una muesca en su historia. Fuimos a competir y fuimos felices.