Afronto siempre estas líneas, con mi pluma de periodista por bandera. He de ser objetivo y decir lo que pienso.
Imagen del partido Naturhouse – Bada Huesca | Foto: cbclogrono.comCon la bufanda escribo a veces, siempre de una forma moderada e intentando que mi subjetividad con el Bada Huesca, no me impida analizar y opinar de la actualidad.
De esta manera, duelen ver 40 goles encajados con la bufanda puesta al cuello: 18 en la primera y 22 en la segunda parte, sí, son una barbaridad, una burrada teniendo en cuenta que el pasado año este equipo encajaba sólo la mitad y que no es un equipo justito de efectivos.
Sin embargo, los puntos perdidos son 2, o ninguno, según se mire. Con la mano en el corazón y sin bufanda, Naturhouse no está un peldaño por encima de Bada Huesca sino 2, es mejor equipo y plantilla que el año pasado de largo, y aunque todavía lejos del Barcelona, este año está un poquito más cerca.
Me habría gustado que el equipo hubiera estado siempre en el partido, me habría encantado ver sudar a los de Jota y que el partido contra el Kiel les hubiera pasado factura. Pero: ¿de qué sirve muchas veces pelear, tener al rival contra las cuerdas o estar en partido si al final pierdes?
“Seguro que si el partido acaba 40-42 nadie se fijaría en los 40 goles encajados”
Todo el mundo anda obsesionado por los goles encajados, que si la defensa, que si el portero. Seguro que si el partido acaba 40-42 nadie se fijaría en los 40 goles encajados, pero así viene la cosa.
Gran parte de los goles encajados, vienen por pérdidas en ataque. El equipo juega rápido y ese juego vertiginoso y loco que a mí me cuesta digerir a veces, tiene sus riesgos, y ahora el equipo los está pagando. De ahí que habría que poner también el dedo en la llaga del ataque, no sólo hay que mirar a la defensa, sino que hay que evitar perder balones, no tener oportunidades de ataque y tener que defender en una posición en desventaja.
Benidorm y Barcelona son los próximos rivales
El Palau es un trámite a cumplir, y ante Benidorm hay que tratar de volver a la senda que el equipo perdió el domingo en Logroño. Este último es un equipo de viejos conocidos, donde Bada Huesca tiene que imponer su mejor rotación de banquillo, pero va a ser un partido que se cueza a fuego muy lento, y equipo y afición deben ser muy pacientes.
Me sorprende bastante que algunos se echen las manos a la cabeza por encajar 40 goles. La primera temporada en Asobal fueron 36, y encajar treinta y tantos goles del Barcelona a nadie le extraña. Olvidemos de una vez el dichoso 40, intentemos solucionar el tema de las transiciones en ataque y ya verán ustedes como los goles encajados se reducen.
“No hay obligación de pelear con todo el mundo. Parece que si el equipo no va tercero ya es un desastre”
Yo confío a muerte en este grupo, que es el primero en reconocer que no están haciendo bien del todo las cosas, pero tengamos paciencia, no hay obligación de pelear con todo el mundo. Parece que si el equipo no va tercero ya es un desastre, y salvo la inesperada derrota en la primera jornada, a mí, los resultados me parecen lo esperado.
Que el equipo encaja goles, pues sí. Que el equipo tiene más errores que el año pasado, también, pero no se nos deben caer los anillos por ello. Calma señores, que esto es muy largo.