Tres victorias seguidas, 9 de 9 puntos y liderato, podrían haber dibujado un inicio inmejorable. El mejor en la historia reciente del club. Un escenario difícil de rechazar si nos lo plantean sobre un papel a falta de rúbrica antes del inicio del campeonato.
Sin embargo, al margen de la efímera satisfacción proporcionada por la foto fija de la tabla clasificatoria, una vitoria en el partido de Las Palmas hubiese podido resultar un caramelo envenenado que ocultase algunos de los defectos que hasta ahora los buenos resultados no nos dejaban ver.
La puesta en escena del equipo, con un estilo reconocible y una clara apuesta por el cuidado del balón, el protagonismo con el mismo y la búsqueda de la portería rival ha sido buena en todos los encuentros, o al menos en fases más o menos largas de los mismos. Las aportaciones de algunas de las incorporaciones han sido notables. Pese a todo ello, da la sensación de que con la plantilla actual no dará para luchar por el ascenso con plenas garantías.
El tropiezo llega en buen momento, si puede haber un buen momento para los tropiezos. O al menos lo hace con cierto margen de maniobra antes de que se cierre el mercado.
Se habla de la llegada de dos o tres jugadores que puedan completar la actual plantilla. Desde luego en el club es donde mejor pueden saber hasta dónde pueden llegar.
Parecen prioritarias las llegadas de al menos un delantero goleador de garantías que convierta lo que el equipo genera y de un central solvente y rápido, (si no dos, dada la lesión de Insua y el papel improvisado de Salvador) que pueda corregir cuando el equipo deje muchos metros a las espaldas. De todas formas, pronto saldremos de dudas.
Lo inminente del cierre de mercado no deja mucha más opción. Para bien o para mal, habrá que estar atentos hasta el último momento. Afortunadamente, no sólo de ‘Mbappés’ vive el aficionado.
Pablo Pueyo Canalís.