Como ya he comentado en alguna otra ocasión, soy aragonés, terco y testarudo. No pienso resucitar al fantasma del descenso. Me niego. Es que no entra en mis planes. Por mucho que la jornada haya sido un desastre, que el chicle sea esta semana de cuatro. Estoy convencido de que el Real Zaragoza será la próxima temporada equipo de Segunda División.
El tanto de Pedro, otro ex que encuentra el camino del gol en su regreso en La Romareda, ha hecho daño, sobre todo porque la justicia del fútbol volvió a darle la espalda al equipo de Víctor. El Real Zaragoza acumuló más méritos que el Deportivo, tuvo más tiempo la pelota en su poder e incomodó a Dani Giménez en varias ocasiones, pero cosas de este maravilloso deporte… Pedro entró en el partido pidiendo calma a sus compañeros, dando por bueno el empate, y dos minutos después celebraba un gol que ha hecho entrar en depresión a la afición zaragocista. Fue en el primer y único disparo del Depor entre los tres palos, un golpe mortal que obliga a mirar al futuro con cierto desasosiego. Y es que la jornada comenzó torcida con la quinta victoria consecutiva del Extremadura y el triunfo del Tenerife en el derbi canario. Y terminó por complicarse definitivamente con el renacer del Lugo a costa del Almería. Es lo lógico, con tantos equipos implicados, alguno tiene que ganar.
A la enésima final
Esta semana, el Real Zaragoza jugará en Almendralejo la enésima final de la temporada, la primera de las cinco que restan de un calendario que podemos recitar de memoria: Extremadura, Sporting, Málaga, Numancia y Tenerife. Es lo que hay, con 44 puntos en el casillero, Víctor y sus chicos están obligados a sumar dos victorias más sin importar el rival y el momento, aunque cuanto antes mejor. Por ellos, por el club, por la afición y por el fantasma que no pienso resucitar. El argumento para mantener mi fe en la permanencia inquebrantable es el juego, el Real Zaragoza no es, ni de lejos, el peor de todos los implicados. Eso sí, a estas alturas, más que juego se necesitan puntos y dos de los implicados, Rayo Majadahonda y Numancia, tienen ya asegurados los tres del Reus.
Esta es la realidad, triste realidad, del Real Zaragoza. Agarrado a Víctor para despertar de una pesadilla que parece no tener fin, un objetivo menor que tendrá consecuencias en cuanto acabe la temporada. Esperan cambios importantes a la vuelta de la esquina, una esquina en la que aparecerá el Huesca tras decir adiós el domingo a su primera experiencia en la élite. Así que la próxima temporada tendremos en Segunda derbi aragonés. Estoy convencido.