Me gusta mucho la plantilla que tiene la SD Huesca esta temporada. Me parece más que notable, y una de las mejores que ha tenido la entidad altoaragonesa en Segunda División. Hay jugadores de muchísima categoría en todas las líneas del campo, y otros tantos que son capaces de suplir a la perfección las ausencias y de aportar su personalidad sobre el verde.
Dicho esto, también pienso que algunos de los futbolistas que comienzan los partidos en el banquillo y que incluso no son convocados deberían contar con muchos más minutos de los que han tenido hasta el momento. Y no me vale aquello de que “el entrenador manda, el entrenador es quien sabe y quien decide a quién poner”, porque mis opiniones al respecto se rigen bajo razones fundadas y argumentos.
Sí, el entrenador es quien decide a quién poner. Lógico, para eso está. Y sus razones debe tener, por supuesto. Pero dicha característica no quita que cualquiera pueda expresar lo que haría en su lugar, y más si lo hace partiendo desde el conocimiento. Nos acordamos del que ha jugado un mal partido y del que, saliendo como revulsivo, ha cuajado unos fantásticos minutos finales y, por qué no, ha llegado a decantar el encuentro a favor de los suyos. No obstante, hay que saber ver más allá de los números y del mero resultadismo para darnos cuenta de cómo juega cada jugador, qué es capaz de aportar y cómo influye éste en el equipo.
Mi once ¿ideal?
Darwin Machís en Albacete | Foto: eldigitaldealbacete.com – Hugo PiñaLa posición del guardameta y las de los cuatro hombres que forman la línea defensiva están cogidas. Leo Franco en la portería y Aythami, Íñigo López, Carlos David y Morillas son los cinco titulares en la retaguardia. Manolo es un fijo en el centro, y siempre deberá ir acompañado de Fran Mérida. Del once inicial, y habiendo ya siete puestos cubiertos, solamente faltan los tres mediaspuntas y el delantero centro, pues el Huesca juega la mayor parte de las veces con un 4-2-3-1. La zona de tres cuartos es la más complicada en cuanto a quién elegir se refiere, aunque no hay dudas de quiénes son los que más cualidades tienen. Tevenet está eligiendo a Darwin Machís, Camacho y Tyronne para completar la línea de tres y a Mainz en la delantera, y con el grancanario lesionado, Luis Fernández es quien le suple.
Samu Sáiz y Carlos Calvo siguen como suplentes. Ambos, madrileños, tienen algo especial. Tienen la capacidad de decantar un encuentro, al igual que Tyronne. Si los dos entraran en el once, Camacho y Machís serían quienes saldrían. Tal vez se espera más de Calvo, y Camacho ni mucho menos está jugando mal, sino todo lo contrario, por lo que que el capitán azulgrana siga siendo titular es algo que no se puede discutir. Por tanto, el relevo básico es el de Samuel por Darwin. La principal cualidad del venezolano es su punta de velocidad, un rasgo que puede aprovechar únicamente cuando el rival se abre y haya espacios para contragolpear.
Darwin no ofrece soluciones desde el esférico: no idea y, por tanto, no es capaz de ejecutar algo genial, algo diferente. Sin embargo, el ex del Atlético tiene un perfil completamente contrario al de Machís. Y, además, mejor. Porque Samu tiene talento y, salvo en velocidad, supera a Machís en lo demás. Piensa, genera y desequilibra, y siempre desde el balón, que eso es lo más complicado. Junto a Tyronne, es el jugador de la plantilla que mayor y mejor 1×1 tiene y, además, es un recurso para el equipo, pues la pide y se ofrece cuando más cuesta. Ahí están sus actuaciones. Véanlo y gózenlo. Disfruten.
Darwin Machís ofrecería un papel más determinante como revulsivo, entrando desde el banquillo. Es contraproducente para el equipo tener a aquel jugador capaz de darte puntos más allá de la fortuna y la casualidad… en el banquillo.
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