Luis García Tevenet llegó a Huesca este verano como valedor del nuevo paso por chapa y pintura que el club debía realizar. Junto a él, Luis Helguera para encauzar los fichajes. El resultado final no desafina. Justos de efectivos en defensa, los azulgranas muestran su máxima variedad de recursos desde el medio hacia arriba. La buena sociedad que Tevenet y Helguera forman ha conllevado a un buen entendimiento en la mayor parte de los estamentos del club. Todo esto ha conllevado a ver al equipo en la jornada doce en puestos de promoción de ascenso.
Quienes conocen a Tevenet hablan de él como un hombre de mucho fútbol, sencillo, de pocas complicaciones y cuyo distintivo es el esfuerzo, trabajo y sacrificio. Así lo pide él también a cada vestuario que dirige. Todo esto se empieza a ver en Huesca.
El Huesca se caracteriza por mostrar su versión más cómoda en casa, donde trata de dirigir y resolver pronto los partidos, épicas excepciones a parte. A domicilio, ha mostrado diversas formas: algo más vulnerable, miedoso, también práctico y contundente, hasta darse a conocer en Vallecas con una intensidad que ganará muchos partidos.
El día en que Camacho cumplía tres cientos partidos, éste impregnó a todo el conjunto de un sacrificio nuevo. Todos corrían, arrimaban el hombro para hacer del Huesca un equipo solidario que trabajaba en defensa y en ataque en bloque. Así llegó una victoria de enorme valor interior con destino ‘playoff’, lo que otorga un extra de júbilo y confianza para todo el equipo.
” El partido frente al Rayo ‘B’ eleva el techo de este equipo”
El partido frente al Rayo B eleva el techo de este equipo y, por tanto, una exigencia mayor para los presentes y ausentes del choque en la capital. Por un lado Luis García, quién no debe dejar a sus jugadores jugar por menos de lo visto en la ciudad deportiva vallecana. De la otra parte los jugadores, capaces de jugar a un alto nivel de exigencia guardando la excelencia exhibida a nivel colectivo e individual.
En Vallecas ganó todo el Huesca. Los apercibidos que se quedaron en tierras oscenses sí no lo eran, ahora son verdaderamente conscientes de que hay equipo y hambre. Este choque no debería ser más que un plus de motivación para todos. Lo que más deseo es que la excepcional alegría que conllevó una vibrante victoria pueda convertirse un hecho más cotidiano.
Una victoria que, sí todos quieren, marcará un punto de inflexión al menos en el aspecto psicológico de jugadores y cuerpo técnico. Tevenet y los suyos están capacitados para lograr por primera vez en la temporada tres triunfos ligueros consecutivos antes de visitar un siempre difícil terreno canario.