Es feliz con el oro, con la plata o con el bronce. Bueno, la verdad es que Dani Osanz es un tipo que siempre sonríe. Cuando se calza las zapas y cuando no. Su expresión es marca de la casa. Y así sigue. Ahora la sonrisa tiene como razón de ser un bronce especial. Ha sido en Canarias, en el Campeonato de Europa de kilómetro Vertical, versión atletismo, celebrado en la isla de La Palma.
Su bronce ha contribuido para que España siga siendo una potencia a tener en cuenta cuando se trata de correr por la montaña. Sea bajo la sigla que sea. En esta ocasión afrontó un kilómetro vertical atípico. 1.000 metros de desnivel en 9 kilómetros. A la carrera, para el resto de mortales un esfuerzo tremendo, para el jacetano, también… aunque quizá un poco menos. “Es una carrera muy diferente a lo que yo estoy acostumbrado. 9 kilómetros con 1.000 positivos es una carrera muy, muy rápida“, explica.
El hecho de que sea una prueba bajo la bandera del atletismo es sustancialmente distinto a cuando lleva el sello de montaña. Con el dorsal pinchado más atletas que montañeros. Especialistas en el cross, en los 10.000, que exigió mucho desde el principio. La primera parte de la carrera le llevó a mantener el puesto 15-16, controlando a los de cabeza para pugnar con ellos cuando el terreno se volvió más escabroso, más como al mayor de los Osanz le gusta.
“He podido dar caza al grupo, lo he pasado y a falta de tres kilómetros estaba tercero. Luego me he dedicado a gestionar la posición, porque, además, ningún español había conseguido una medalla así en esta modalidad así que estoy muy contento”. Eso sí en esa gestión llegó a acercarse al segundo clasificado “pero no lo pude adelantar. Conseguir una medalla en un campeonato con tanto nivel es para estar muy contento”.